No hay que alarmarse, pero sí hay
que tener cuidado y la precaución suficiente para denunciar,
si es preciso, cuando veamos que un perro va por la calle
sin correa ni bozal.
Lo primero es prevenir y, sólo después, tolerar a todos
aquellos que, al no tener otro entretenimiento mejor, hacen
de su perro el juguete del paseo diario.
Hace un par de días hablábamos de los perros callejeros y
hoy tenemos que volver a la cuestión, después de que la
comisión antirrábica, que se reunió el pasado lunes,
determinara además de que los perros debeArán ir atados por
la calle, que también se suspendan los concursos en los que
participen animales susceptibles de poder contraer esta
enfermedad de la rabia.
Y ahora, porque hay que atajar todo problema que pueda
derivarse del incidente de hace más de una semana, la
Consejería de Sanidad, no podía ser de otra forma, ha
decretado la ampliación, hasta el quince del mes de
septiembre, del período de vacunación para perros, gatos y
hurones domésticos.
Lo de la rabia ha sorprendido a todos y no debiera haber
sido así, por cuanto, a lo largo de muchos meses, se había
detectado, como se detecta en otras partes, que algún perro
callejero, posiblemente procedente del otro lado de la
frontera, merodeaba por ciertas partes de nuestras
delimitaciones, sin salirles al paso nadie.
Y lo que desearíamos es que esto que se ha producido ahora
por un perro, sin amo, queremos suponer eso, no suceda algún
día con otro tipo de enfermedades, procedentes del exterior,
cuando llegan gentes sin papeles y, por supuesto, sin
certificados médicos que garanticen su perfecta salud.
Las principales medidas tomadas en la reunión de la comisión
de la lucha antirrábica serán para un tiempo, y por el bien
de la ciudadanía – eso nadie lo duda y si se tiene que
prolongarlas por más tiempo mucho mejor - . Pero no
olvidemos que si el perro ese que en el Tarajal mordió a un
Policía, no lo hubiera mordido, a estas horas el “perrito”
en cuestión, y quien sabe si no habrá otros más, andaría
suelto, y el problema este suscitado no se hubiera
sospechado, con lo que no se habría puesto ningún tipo de
medida, para que un día no llegara esto.
Un caso determinado hizo que desde el pasado lunes,
oficialmente, Ceuta tenga la declaración de foco de rabia.
En lo que parece que ahora se va a ser inflexible y hay que
actuar así, es en pasar por alto cualquier circunstancia que
ponga en peligro a ninguna persona.
La determinación más importante supondrá que todos aquellos
que saquen a pasear sus mascotas, las saquen atadas y con un
bozal, y por si esto no fuera suficiente, los que lleven
gatos, perros o hurones, deberán llevar siempre la
documentación del animal, tanto en Ceuta como en su salida
fuera de la Ciudad.
Queda claro que tener un perro o cualquier otra mascota no
es un juego o un simple entretenimiento. Y como un foco de
cualquier tipo de enfermedad acarrea una serie de riesgos,
se ha determinado el comienzo de una campaña de vacunación
preventiva, dirigida al personal de riesgo, esto es, a
trabajadores que están en contacto con animales que pueden
acarrear contagio de la rabia.
Un problema extra, algo con lo que no se contaba y que trae
de cabeza, estos días, a la Consejería de Sanidad. Y es
natural, si se quiere mantener la normalidad entre la
ciudadanía.
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