Si hacemos un pequeño análisis de
los resultados electorales al Parlamento Europeo observamos
como la abstención (la media de votantes del continente con
llega al 43 % porcentaje cada vez mas bajo desde que se
iniciaron esta elecciones en 1979) ha sido la norma general
en los veintisiete estados que la forman y si, para mejor
conocimiento aplicamos estas cifras a nuestra nación,
observamos como la citada abstención ha sido también la
mayor forma de votar de nuestros conciudadanos en todas las
Comunidades Autónomas. Y veamos, por ejemplo, este pequeño
estudio relacionado con la ciudad de Ceuta:
Del total de electores con derecho a voto (56.171) han
votado, a los partidos con mas presencia en la ciudad,
10.895 electores al Partido Popular y 5.888 al Partido
Socialista Obrero Español, o sea, solo el 19,39 por ciento
de los electores lo han hecho al primero de los partidos (y
eso que gracias al tirón electoral de Juan Vivas está a la
cabeza de los municipios españoles en cuanto a elección por
los ciudadanos) y al PSOE el 10,48 por ciento. O sea, que
entre los dos no llegan ni al 30 % del censo.
Si, por otra parte, se constata que la totalidad de los
Consejeros de nuestra Asamblea, con dedicación exclusiva,
que forman parte del equipo de Gobierno, perciben unos
emolumentos cinco o seis veces superiores al salario mínimo
interprofesional y que en la Comunidad Europea, lo que nos
interesa en este caso, van a percibir unas retribuciones
totales de VEINTE MIL EUROS MENSUALES (3.320.000 de las
antiguas pesetas) y elevadas pensiones una vez retirados de
la actividad política, nos parece que el electorado ha
entendido “el gran sacrificio que por la nación española, a
través de la política europea, llevan a cabo los candidatos”
y justifican el denodado interés por pertenecer a un
Parlamento Europeo, donde la mayoría acumula mandatos, aun
cuando “conozcan la influencia que en la vida privada de
casi 500 millones de habitantes van a tener, quienes serán
la voz de Europa en el Mundo, que defenderán la consecución
de un Medio Ambiente mas limpio, una Química mas segura,
mejores Servicios (Enseñanza, Sanidad, Atención Ciudadana,
creación de Puestos de Trabajo, defensa de los Derechos
Humanos, Igualdad de Oportunidades, etc.)” cuestiones todas
que no se difunden suficientemente en el ámbito electoral,
ni siquiera durante la campaña electoral.
Quizás la explicación a esta pereza, negligencia o abandono
venga dada por el desconocimiento que tienen los ciudadanos
de los componentes de las listas (normalmente solo se da a
conocer al número uno de cada candidatura) y por la
facilidad que encuentran estos euro-diputados para
incrementar sus retribuciones (y otros políticos a nivel
nacional como se ha sabido recientemente el caso de una
dirigente política que percibe 20.000 euros anuales) y demás
prebendas, cuando la lacra del paro afecta a mas de
4.000.000 de votantes con expectativas de incremento, cuando
existe mas de un millón de familias españolas que no tienen
ningún ingreso en sus casas, cuando todavía se acumulan
enfermos en pasillos de hospitales y se necesitan hasta dos
años para llevar a cabo una intervención quirúrgica o mas de
seis meses para asistencia por especialistas, cuestiones
todas que favorecen el que se haya creado esta “secta” de
euro-escépticos que se prodigan, no solo por la Península
Ibérica sino por todo el continente europeo y que da lugar,
estimamos nosotros, a la “abstención justificada” que se ha
producido en el proceso de Elecciones al Parlamento Europeo
celebrado el del pasado 7 de junio.
|