En el mundo del deporte, tan importante es saber ganar como
saber perder. Y en el seno de la Balompédica Melillense, el
rival del Murallas de Ceuta en la fase de ascenso a Tercera
División, hay tanto de lo uno como de lo otro, como se ha
podido comprobar después del 6-0 que el campeón ceutí endosó
a los melillenses en el partido de ida disputado el pasado
sábado en el José Benoliel.
En un extremo se encuentra el técnico de la Balompédica,
Eduardo Aparicio, quien nada más terminar los primeros
noventa minutos cargó contra el árbitro, al que culpó de la
derrota, e incluso contra su propia junta directiva,
responsable de la ‘nefasta’ planificación del viaje.
Declaraciones que también salpicaron a un Murallas que, a su
juicio, “no fue superior”, a pesar de los seis goles que se
trajeron en la maleta. Argumentos ‘peregrinos’ por los que,
de cara al encuentro de vuelta, que se disputará el próximo
sábado, a partir de las tres de la tarde en el campo de ‘La
Espiguera’, Aparicio ha intentado durante la semana calentar
el partido echando más leña al fuego, a sabiendas de lo
difícil de la remontada. Más aún al conocer que el encuentro
será dirigido por un árbitro no melillense, después de la
petición realizada por el Murallas. Lo que Eduardo Aparicio
cree que debería haber hecho su presidente, José Adongo. Una
noticia tras la que se lava las manos y confía en que los
suyos ofrezcan una buena imagen ante su afición.
En el otro lado, José Adongo entiende que su entrenador
tiene que dedicarse a “hacer su trabajo” y olvidarse de lo
demás. De este modo, desautoriza a su técnico a la hora de
intervenir en los medios con declaraciones que pudieran
generar algún tipo de violencia, entendiendo que “el único
problema ha sido la incapacidad del entrenador” a la hora de
planificar la eliminatoria. Quien ha intentado buscar
excusas donde no las hay, ya que el colegiado puede influir
en el resultado si pierdes por uno o dos goles, pero no de
seis.
A partir de ahí, y para evitar cualquier episodio
desagradable en La Espiguera, se puso en contacto con la
Delegación del Gobierno de Melilla “para solicitar presencia
policial”, por lo que habrá “dos patrullas” durante el
desarrollo del partido. Únicamente con la idea de descartar
incidentes, porque “no se puede aceptar ninguna forma de
violencia”.
Por todo ello, tranquiliza al Murallas, adelantando que “no
habrá ningún problema”, después de que sus propios jugadores
reconocieran el buen trato recibido en tierras caballas. Lo
único que ha pedido es una copia del video del partido “para
callar la boca al entrenador”.
El Murallas, a lo suyo
Desde tierras ceutíes, directiva, cuerpo técnico y jugadores
del Murallas de Ceuta se mantienen ajenos a la polémica
suscitada en la ciudad hermana, por todo lo que se está
hablando sobre el capítulo extradeportivo. Para zanjar este
asunto, y atendiendo a la petición de José Adongo, llevarán
consigo varias copias del encuentro disputado en el Benoliel,
que las entregarán a la televisión de Melilla y al
mandatario melillense.
La expedición partirá en la tarde de hoy hasta Torremolinos,
donde pasarán la noche antes de volar desde Málaga a
Melilla, donde disputarán el encuentro el sábado a las 15
horas, emprendiendo el viaje de regreso nada más terminar
una cita que, esperan, transcurra por los cauces de la
deportividad.
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