Tres años y seis meses de prisión más la respectiva
indemnización fueron las penas solicitadas por el fiscal y
la acusación particular para dos sujetos por un presunto
robo con fuerza en casa habitada. Los acusados niegan los
hechos y argumentaron que estaban en sus domicilios mientras
que los denunciantes explicaron que los habían visto en el
techo de su vivienda en Juan Carlos I y que luego se la
encontraron desvalijada faltando 1.482 euros, cinco pájaros,
dos móviles, un TDT y dos vídeos.
El supuesto robo se produjo el día dos del presente mes,
entre las ocho y media y nueve de la mañana, en una de las
viviendas de la barriada Juan Carlos I. Según consta en las
diligencias, los propietarios de la casa echaron en falta un
aparato de Televisión Digital Terrestre (TDT), dos teléfonos
móviles, dos reproductores de vídeo, 1.482 euros y cinco
pájaros de diferentes especies que suelen rondar los 300
euros.
Por estos hechos, tanto el representante del Ministerio
Fiscal como la letrada de la acusación particular
solicitaron una pena de tres años y seis meses de prisión y
la respectiva indemnización para los dos acusados por el
presunto delito de robo con fuerza en casa habitada. El
primero de los imputados explicó que durante la hora en que
se produjo el suceso él estaba en casa de su hermano, en la
barriada del Príncipe, y no vio en todo el día al segundo
acusado. “Yo vivo en Juan Carlos I y cuando llegue, a la una
y media de la tarde, me detuvieron. Pero ni robé nada ni
entré en la casa de mis vecinos, ni muchos menos rompí el
techo de uralita para acceder a la vivienda”, declaró. El
segundo procesado aclaró que había estado en su casa,
colindante con la desvalijada, con su novia y que no había
salido en todo el día. “Normalmente los vecinos llaman a la
policía porque nos ponemos fuera con los niños, la música y
los porros”, confesó.
Los denunciantes, por su parte, narraron otra versión de los
hechos: “Por la mañana llevé a dos mi mujer y a la niña al
colegio y cuando paré a comprar el bocadillo, ví a uno de
ellos en el tejado de mi casa y al regresar, ví como salían
los dos de un portón cercano. Entré en la casa y me faltaban
aparatos, dinero, los pájaros, todo tirado por el suelo y el
techo totalmente destrozado porque habían hecho un hueco
para entrar”.
Luego subieron a declarar dos agentes de la Policía; la
primera expuso que casi dos horas antes del presxunto robo,
“sancionamos a uno de los acusados que estaba en un bar
fumando con una pipilla de kifi por eso teníamos su nombre”.
El siguiente indicó que, efectivamente, “la casa estaba
revuelta y la azotea se comunica con varias viviendas por lo
que pudieron acceder por el techo”.
Antes de que el magistrado diese por concluido el juicio,
uno de los acusados negó las declaraciones de la agente
“porque si hubiese ocurrido así hubiera aparecido la multa y
no está en ningún sitio”.
|