En declaraciones a MELILLA HOY, El consejero de Seguridad
Ciudadana, Ramón Antón aseguró que las obras de la draga que
se están llevando a cabo en la playa de San Lorenzo están
distanciadas de la orilla a 130 metros, y se encuentran
debidamente señalizadas con varias boyas en un perímetro de
seguridad de 36 metros.
Según dijo el consejero, el ahogamiento se produjo
exactamente a 94 metros de la orilla, muy cerca, por lo
tanto, del perímetro de seguridad de la obra. Por esta
razón, consideró “una imprudencia” que los dos niños de
corta edad y su tía se adentraran tanto en el mar, máxime
cuando “no sabían nadar, según los familiares que se
quedaron en la orilla”.
“Está claro que se debe tener más precaución, porque si una
persona no sabe nadar y se mete tanto en la playa, ¿cómo lo
podemos detectar? ¿Poniendo un socorrista detrás de cada
bañista?”, se preguntó el consejero de Seguridad Ciudadana.
Además, negó que las obras de la draga supusieran algún
peligro para el conjunto de bañistas que supieran nadar: “A
las pruebas me remito. Las personas que sacaron a los niños
y a su tía del agua lo hicieron nadando. Por lo tanto, es
evidente que no había ningún riesgo para las personas que
supieran nadar, porque en cuanto notan que la zona les
cubre, siguen nadando y no les pasa nada”.
Por último, Antón subrayó las medidas de seguridad que ha
habilitado la Ciudad Autónoma en las playas de Melilla que,
según dijo, son “muy superiores” a las que se pueden
encontrar en otras playas de la Península.
Así, indicó que en otras zonas del país hay una distancia
mínima de un kilómetro entre las torres de salvamento, tal y
como ha podido consultar la Ciudad Autónoma a otras ciudades
como Málaga o Algeciras, entre otras.
Sin embargo, en los 2.312 metros de línea de costa que hay
en Melilla se han habilitado seis torres, la mayoría
distanciadas por una media de unos 200 metros, en función de
la separación de los diques de cada playa, tal y como se
especificó en la adjudicación del servicio de vigilancia de
las playas.
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