Un año después justo, regresaba a
mi Cuna de Sentimientos a la sazón la Posición A de Garcia
Aldave, volvía con un montón de misiones, vivencias y
recuerdos que me habían pasado en todo un año, y que duro se
me había hecho el haber faltado el pasado 20 de Septiembre,
Aniversario de la Fundación de nuestra Legión Española.
Una vez solventado el viernes por la noche, del amago de
desvanecimiento en el CAS, me recuperé con los frutos del
mar que disponían los camareros por las mesas, lástima que
los jóvenes tengamos difícil el paso para las incursiones
por la vida y obra de La Legión, al ser el Legionario de
Honor más joven en muchos kilómetros y provincias a la
redonda, tengo que ir surcando obstáculos para poder tener
cinco minutos de conversación con Mi Coronel. Lo malo es
quien a mis espaldas al pagar la comida, dice que hay que
pagarle a el por darle brillo a La Legión, me revolvió las
tripas y me dieron ganas de contestarle, sobre todo por el
que le acompañaba, moreno que parece cubano que siempre
suelta un exabrupto , cuando se cruza conmigo, creo que la
próxima vez lo voy a coger a parte y aclarar si tiene algún
problema conmigo.
De la copa en el CAS, me salió otro esperpento que estuvo en
el Hacho, el que una vez iba a tener bronca conmigo, va y me
da la mano delante de mi Coronel, que poco tacto y meterse
en medio de mi conversación a darme la mano, será posible,
con un refresco azucarado me fui reanimando y al final del
ágape, veo que sale uno que perdió el oremus y no sabía dar
el brindis legionario. Siempre he tratado de ser un
Caballero , de respetar el turno de intervenciones, de
pasarnos el plato, el pan, el vino y que tiempos aquellos
del inolvidable Don Julio Gallardo Bote, de aquellos
iluestres y veteranos comensales, que preguntaban al
camarero, como este joven poeta no comia, y decían que por
qué este muchacho no come, no había mi plato semi-vegetariano,
por cuanto siempre ha sido un suplicio el tema carnívoro,
como primer plato.
El Código de los Caballeros, el Espiritu de Amistad, de
Juramento entre cada dos hombres, decía nuestro Fundador Don
José Millan Astray, hasta la manera de comer, quien osase
meterse el cuchillo con alimento alguno en la boca y lo
pillase, una de dos o tragárselo o clavárselo en la
garganta, la manera de poner los codos, la servilleta, el
vino, el ofrecer galantemente los platos a repartir, ANTES A
LAS DAMAS PRESENTES, todo esto hizo cundir el desánimo y la
impaciencia en los comportamientos extraños de algunos que
tenía alrededor, la próxima vez me voy a los vinos y brindis
con los Veteranos del Sahara, estos estuvieron en el Divine
Karaoke, el gerente les ofreció por su simpatía y cariño a
Ceuta, hasta una botella de champán para degustar,
demostrando Ceuta y su gente, el cariño y de puertas
abiertas a cuantos llegan, de Escudos de La Legión, como el
que llevaba el de los Barrios, más grande que el mio,
siempre recuerdo la frase de Mi General Lopez de Olmedo,
cuando le mostré el pin y el pisa-corbatas, Javier eso no
vale, hay que llevarlo dentro del corazón, del Espiritu y
del Alma. Yo seguiré con el Espiritu de Sufrimiento y
Fatiga, los 365 dias del año por España, por La Legión.
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