PORTADA DE HOY
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política - JUEVES, 18
DE JUNIO DE 2009 |
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Katuar Behamú. cedida |
elecciones marroquíes
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El PAM de El Himma, llamado a reformar
el panorama político en Marruecos |
El
Partido Autenticidad y Modernidad,
auténtico freno a la ‘amenaza’ islamista, gobernará
en los municipios próximos a Ceuta y pretende ser la
referencia para el siglo XXI |
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CEUTA
Antonio Gómez
ceuta@elpueblodeceuta.com |
Viviendo al lado de un país en desarrollo, crecimiento y que
pretende avanzar sin perder un ápice su identidad islámica,
resulta imposible abstraerse de los cambios que se producen
en Marruecos, país del que disfrutan miles de ceutíes al
año. La evolución política muestra que la población
mayoritariamente quiere huir de las visiones rigoristas del
Islam, cree en la magnanimidad de su figura religiosa
encarnada en el propio Rey Mohamed VI cuyo gobierno trata
por activa y por pasiva de frenar los avances islamistas
para convertirse en un país libre del peligro yihadista y
ganar la confianza del mundo libre occidental.
El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) confirmó los
pronósticos y, en su primera participación en unas
elecciones nacionales, se adjudicó el triunfo en los
comicios municipales celebrados el pasado viernes en
Marruecos cuyos resultados se conocieron oficialmente el
pasado fin de semana.
El partido del tractor labró su vitoria apabullante
fundamentalmente en el ámbito rural marroquí, pero ha
obtenido la mayoría de representantes a nivel nacional. Las
poblaciones más cercanas a Ceuta estarán gobernada o
participadas por el partido de El Himma.
El ‘padre’ del PAM, Fuad Ali El Himma, coetáneo de Mohamed
VI, cursó sus estudios como compañero de pupitre del actual
monarca y ha sabido aunar en sus filas a desencantados del
tradicional y atomizado panorama político marroquí.
El PAM es la clave de la gobernabilidad en Marruecos. Socio
que era del Istiqlal en el Ejecutivo del vecino país, pasó a
la oposición justo antes del inicio de la campaña electoral
para dejar al primer ministro, Abbas El Fassi en minoría
parlamentaria. Una ‘jugada’ que ha servido para que, además,
uno de los análisis tras los comicios comunales, sea el que
la formación liderada por Fuad Ali El Himma (el ‘amigo’ del
Rey, como lo califica la prensa internacional), haya ganado
ampliamente a nivel general al mítico y nacionalista
Istiqlal.
En sólo 10 meses de vida el Partido Autenticidad y
Modernidad se ha convertido ahora en la fuerza más votada
con un 18’7% de los sufragios, lo que traducido en
concejales a lo largo del país significa un 21’7%.
El hecho es que el Istiqlal, partido que gobierna en
minoría, ha sumado sólo el 16’6% de las concejalías
repartidas por la geografía marroquí. Aún así, el Rey ha
ratificado su confianza en la figura de El Fassi como primer
ministro, pese al auténtico ‘empellón’ político que le ha
dado el PAM de El Himma, la figura de la cual se dice que
significa el brazo defensor de la dinastía alauí encarnada
en su Rey y amigo, Mohamed VI. Sobre todo ahora que los
islamistas del PJD ‘amenazaban’ con un aumento de presencia
en el Parlamento. El PAM, de momento los ha frenado.
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Kautar Behamú, la nueva mujer marroquí e icono del PAM de El
Himma
¿Velo?, no. ¿Prendas
tradicionales?, no, a veces. ¿Melena?, suelta. ¿Ropa?,
ligera si hace calor. ¿Preparada?, sí, es licenciada en
Farmacia. Las fotos de una atractiva mujer ligera de ropa y
sonriendo a lomos de un tractor han convertido a Kautar
Benhamu en un icono de la rompedora irrupción del Partido
Autenticidad y Modernidad (PAM). Su estampa ha puesto cuerpo
al mensaje de un partido que apuesta por la fidelidad a
Mohamed VI y, paralelamente, por una imagen de un Marruecos
moderno, alejado fundamentalmente de los tópicos. Kautar
habla tres idiomas y se ha formado en Polonia y en Estados
Unidos y, en su aventura política reconoce que son los niños
lo que le impusló a introducirse en política. Pretende ver
un Marruecos donde los más pequeños no tengan que caminar
varios kilómetros para ir a las escuelas, que tengan
posibilidad de cursar estudios básicos, medios y sobre todo
superiores. Kautar Benhamú , quédense con el nombre.
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