Vamos a continuar hoy con nuestro posicionamiento político
respecto al resto de partidos. Frente a aquéllos que piensan
que hace falta incardinarse en un bloque político claramente
definido y a la antigua usanza (izquierda-derecha,
demócrata-cristianos, liberales, radicales, etc...), nacen
nuevos partidos políticos por la necesidad de una sociedad
que entró en crisis de sus valores fundamentales y ante la
indiscutible expresión de la ciudadanía que ya en febrero de
este año en la encuesta del CIS en más de un 60% dice que NO
CREE EN LA POLÍTICA. No es de extrañar: trileros, ministros
que no saben que hay que tener una licencia de caza en cada
comunidad autónoma (lamentablemente), diputados chuletas,
parlamentarios vagos que ni acuden a los plenos, ministras
que no saben la diferencia biológica entre un ser vivo y
otro por su diferente composición cromosómica, engaños
públicos de creación de ministerios como el de Deporte,
etc... asuntos ni siquiera dignos de una república bananera.
Si esta ensalada política la aderezamos con las entradas en
la arena política de engendros como el GIL o el partido de
Ruiz Mateos (no voy a citar a candidaturas de pequeña
cuantía como la de Ciudadanos Cabreados y Agobiados,
etc...), ¿cómo va a creer en la política la ciudadanía? Se
les ha engañado una y otra vez. Se les promete una y otra
vez durante las campañas, y hasta se les utiliza pidiendo su
voto por lo que se les dió en determinado Plan de empleo, o
en determinada convocatoria. Por muchos está asumido que
quien llega al poder lo utilizará para beneficiarse del
mismo y para beneficiar a sus amistades. El nepotismo
elevado a la enésima potencia, ya quisiera Maquiavelo en El
Príncipe dar algunas lecciones sobre el ejercicio del poder
más abyectas que las que nos ofrecen algunos de los
políticos actuales. Fíjense si no, aparece el debate del
aborto justo antes del debate del estado de la nación, y
luego, fútbol, mucho fútbol, además ahora que somos los
mejores y jugamos en la champions.
Pero vamos a lo nuestro, aunque en esta entrega solo daremos
algunas pinceladas, sin querer ser exhaustivos y
posteriormente analizaremos temáticamente cada uno de los
aspectos diferenciales comparándonos con otros partidos.
Para empezar diremos algo del modelo territorial que parece
ser la madre de todas las batallas entre la periferia y el
centro. Ni conseguimos ser un estado federal, ni confederal,
ni regional, ni verdaderamente autonómico, y ya mucho menos
centralista. Somos un modelo asimétrico, heterogéneo y las
más de las veces surrealista e incoherente.
COHESIÓN NACIONAL: una de las diferencias
fundamentales con el PSOE está en nuestra absoluta oposición
a las esquizofrénicas propuestas de algunos nacionalistas
defendidas por PSOE e IU, no solo por su secesionismo, sino
también por su cuestionamiento de los símbolos
constitucionales, y en su menor grado por su egoísmo y falta
de solidaridad con el resto del Estado. Solo hay que
analizar el Estatuto de Cataluña, y su gobierno uno de cuyos
elementos se declara INDEPENDENTISTA; o mejor aún, la
reciente votación para intentar consolidar de forma más que
efectiva y unánime el concierto económico vasco. La
“izquierda” se parte el pecho por ello, y nada menos que el
supuesto partido consolidador de la unidad nacional, el PP,
también vota a favor: unanimidad, si no fuera porque hay un
diputado de UPyD que votó en contra. Una vez más la supuesta
izquierda más “defensora del progresismo” que nunca y más
“revolucionaria” que nunca, se presta a defender a las
arcaicas instituciones forales, y a eso echan una mano los
“liberales” de la supuesta “derecha”. Esto es un ejemplo de
como se acaba no creyendo en la política. UPyD sí defiende
lo mismo en el País Vasco que en el resto de España. Si
queremos ser más iguales tendremos que eliminar privilegios.
De esa forma el modelo territorial será uniforme y los
ciudadanos serán más iguales. Este igualitarismo solo puede
conseguirse mediante la solidaridad entre los pueblos de
España. Y precisamente no es la izquierda la que está dando
ejemplo de ello como se puede demostrar.
EDUCACIÓN y SANIDAD: Devolución de las competencias
al Estado. El desarollo del modelo territorial que acercaba
la Administración Pública en nombre del artículo 103 de la
Constitución Española mediante la descentralización y la
desconcentración del poder político a la ciudadanía, acaba
convirtiéndose en los Reinos de Taifas, se olvidaron de la
parte final de la frase constitucional: coordinación. Ya a
todos les parece normal que haya 19 programas educativos (ó
18 si contamos juntos a Ceuta y Melilla que dependen
directamente del Ministerio de Educación), 19 calendarios
vacunales infantiles, 19 servicios de vigilancia
epidemiológica, 19 planes de salud (si es que han hecho sus
deberes todas las comunidades y ciudades autónomas), y un
largo etcétera. Las comunidades pelean por llevarse más
competencias, más dinero y consecuentemente “colocar” a más
correligionarios de sus partidos. La tasa de fracaso escolar
es un ejemplo deleznable de esta situación, a la que no
puede dársele una respuesta uniforme en todas las
comunidades autónomas dadas sus competencias. Si a eso le
unimos propuestas difícilmente realizables en todo el
territorio nacional como la de la entrega de ordenadores
portátiles a toda una cohorte infantil, haremos aún menos
igualitario nuestro Estado Español. La perversión en el
desarrollo de la asignatura de Educación para la Ciudadanía,
que de ser un elemento de formación en valores para el
futuro ciudadano, se ha convertido en una defensa
panfletaria de la política coyuntural de algunas comunidades
autónomas. Añadir problemas sanitarios como las surrealistas
situaciones de traslados de pacientes entre comunidades
autónomas con devolución consiguiente porque “a mí no me
toca” (La Rioja-Aragón-País Vasco) este by-pass o esta
coronariografía, es algo incomprensible en un Estado que ha
alardeado de su antigüedad y de su presencia como líder en
un período de la historia mundial. Y si nos ponemos a
analizar las respuestas tanto en la Pandemia Gripal, donde
determinadas comunidades autónomas en aras de no sé qué
conocimiento científico quieren medidas diferentes a otras,
o como en algunos programas de salud que debieran ser
estatales y en donde las diferencias son tan abismales, que
desde luego nos hace infinitamente menos iguales
(tuberculosis respiratoria, p. ej.).
SEPARACIÓN EFECTIVA DELOS PODERES DEL ESTADO: está
claro que la intromisión del Poder Ejecutivo en el Poder
Judicial es la nota dominante de la última legislatura y
gran parte de la presente.Sin la independencia a ultranza
del poder judicial España está condenada a plegarse por
sentencias trascendentales al libre albedrío del Poder
Ejecutivo.
En cuanto al LAICISMO, si realmente se es tan “progresista”
como algunos se autotitulan, porqué no denuncia el
Concordato y se actualizan las relaciones con el Vaticano.
Que la religión esté al margen de las decisiones políticas
es algo que no solo refuerza al Estado, sino que hace ir de
la mano, como en las listas de UPyD a cristianos, judíos,
ateos, musulmanes,... porque la religión solo debe estar en
el ámbito privado de la persona. La reforma del artículo 16
de la Constitución Española es necesaria, y además se debe
realizar con mesura respetando la historia y las relaciones
con la Santa Sede, pero teniendo claro que un estado laico,
no es un estado aconfesional.
Respecto a la política antiterrorista, el rechazo al diálogo
del gobierno con ETA, asunto que más dolor ha producido a
muchas familias españolas, ha sido y será nuestra gran
diferencia. Con los terroristas no se dialoga, se les
combate democráticamente y con la fuerza de la legalidad
vigente.
ECONOMÍA-FISCALIDAD: que la crisis económica tiene
componentes internacionales nadie lo duda, pero que la
acción gubernamental ha conseguido agravarla yo creo que
tampoco nadie lo duda. Medidas parciales, inconexas, basadas
en antiguas recetas que solo nos van a llevar a aumentar los
costes sociales sin mejorar la productividad, han llevado a
España a donde está: en la tasa de paro más alta de la UE.
Ya ni Solbes creía en la propia capacidad del ejecutivo al
que pertenecía. Los organismos reguladores del mercado han
fallado, las previsiones económicas han fallado, los
presupuestos generales del Estado se hicieron mal, y como
consecuencia para el pobre ciudadano pagador impenitente: te
suben la gasolina, bueno, para mejorar la salud de todos (y
te suben el tabaco, lo que no está nada mal también y me
refiero a la salud de tod@s). Esa es la forma fácil de
gobernar, si me falta para llegar a fin de mes, pues subo
los impuestos. ¿Y si nosotros no llegamos a fin de mes? No
hay problema. Nos prometerán otros 2.500 euros por hijo, nos
descuentan 400 en el IRPF, o lo que haga falta. Medidas como
las citadas no han llevado más que a un aumento superfluo
del gasto público que en el contexto individual mejoran muy
poco la situación socioeconómica del contribuyente, cuando
realmente la mejora en guarderías por poner un ejemplo sí
supone un avance y es una necesidad social. Y mejor ni
hablar del dinero que el Estado ha prestado a los que han
estado ganando dinero durante tanto tiempo a costa de todos,
y además a los que han malgestionado nuestro dinero
comprando bienes mobiliarios de dudoso valor.
Mientras el PSOE se preocupa básicamente por el individuo en
un concepto ideológico trasnochado y así lo cita
reiteradamente; UPyD se preocupa ante todo por el/la
ciudadan@, ese concepto helénico a recuperar, que con listas
abiertas, elección directa de algunos cargos, como nuestr@
Alcalde-President@ de la Ciudad Autónoma, y con la
limitación de mandatos, evitando situaciones chavistas de
inescrutable trascendencia para la evolución de este primer
período democrático de España en el siglo XXI en algunas
zonas de España.
En definitiva, se puede ser del Barça o del Real Madrid y
ser de UPyD, no le va a pasar nada. Y además muchos nos
hemos animado por el ejemplo de personas como Sabater, Mikel
Buesa, Boadella, Aurelio Arteta, Álvaro Pombo,… que llevan
años luchando por la sensatez y por la democracia, y también
por la Constitución.
En un análisis postelectoral de las generales del 2008, se
dice que los que optaron por apoyar la candidatura de Rosa
Díez parecen tener un perfil escorado hacia la “izquierda”
en temas de contenido ideológico (inmigración, gasto social,
adopción por parejas homosexuales, religiosidad…), en cambio
en temas territoriales y de política antiterrorista, por el
contrario, tienen una postura mucho más cercana a los
“populares” que a los socialistas, de acuerdo también a su
posición en la escala de “españolismo”. Respecto a su
procedencia, en su mayoría provienen del PSOE (36,2%), el PP
(27,8%) o la abstención (22,9%). Está claro que hace falta
un tercer gran partido nacional. Un partido equilibrado
ideológicamente, un partido por y para el siglo XXI.
|