Cada vez hay menos, pero todavía,
cuando menos lo esperamos, nos podemos encontrar con alguno
de esos perros que, abandonados por sus dueños, vagan a sus
anchas por las calles, o se intentan refugiar en el monte.
Y hace pocos días llegaba la noticia de que un perro, de
esos que andan sueltos por ahí, había sido abatido por la
Policía en el Tarajal, además de que cabría la posibilidad
de que ese perro estuviera afectado por la rabia.
Esto era ya más complicado y podría haberlo sido, todavía,
más, si la Policía no hubiera estado atenta y lo hubiera
dejado escapar al monte.
Afortunadamente, que yo sepa, en esta ocasión no apareció
ninguno de esos “defensores de las causas perdidas” acusando
a la Policía, de la muerte o malos tratos al animal. Menos
mal, porque esos mismos que defienden la existencia de todo,
debieran ser los primeros en felicitar a los miembros de la
Policía que, al abatir a ese perro, han evitado una serie de
posibles problemas de salud, para cualquiera de los que, a
diario, salimos a la calle y nos podíamos haber encontrado
con ese “perro rabioso” que no repara a la hora de atacar a
aquellos que le salen al paso.
Y ahora, no puede ser de otra forma, tiene que actuar
Sanidad y habrá tenido que actuar desde el momento mismo en
que se confirmó la rabia en este perro que fue abatido en el
Tarajal.
Una de las primeras cosas que hizo Sanidad fue convocar a la
comisión contra la rabia para el pasado lunes, tras
establecerse las medidas preventivas. Y es que, tras la
necropsia practicada al perro, quedó muy claro que el
animal, efectivamente, tenía la enfermedad de la rabia, con
lo que hay que resaltar que la Policía abatió al perro, no
por capricho, ni porque alguno de sus objetivos sea
aniquilar perros abandonados, sino porque ese animal había
mordido a un policía.
Una de las preguntas que hay que hacerse es ¿De donde
procedía este perro?¿Era de Ceuta?¿Había cruzado desde el
país vecino?.
Eso ahora es lo de menos y lo primero que hace la Ciudad es
alertar a la ciudadanía para que en el caso de haber sido
mordido por este perro, o que conozca a alguien que fue
mordido, se vaya directamente a un centro sanitario.
Las referencias que se han dado sobre el perro, en cuestión,
es que se trata de un perro cruzado mediano, color blanco y
canela, con lo que ya sabe cada uno si, en algún momento se
cruzó con este animal.
Las sospechas, desde el primer momento, que tenía la
Policía, no eran infundadas y esas sospechas se confirmaron.
Era un perro con actitud agresiva, babeante y un estado de
sospechosa excitación.
No había otra alternativa, en una situación como esa, y
decidieron dispararle. Ya antes de eso había mordido a un
policía, al que hubo que atender con todas las medidas
sanitarias a tono para casos de este tipo
Y ahora, precisamente ahora, se recuerda que está todavía
activa y abierta la campaña de vacunación antirrábica que se
da cada año aquí en Ceuta.
Esto está muy bien, pero si no es por este caso ¿Se había
anunciado ese período de vacunación? Y además hay otra cosa
¿Hay control sanitario de todos los perros “censados”, si es
que están censados todos los que hay en Ceuta?. Es un asunto
importante.
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