Queda claro que la coordinación y
el ir de la mano para lo realmente importante es fundamental
para lograr objetivos comunes ante circunstancias similares.
El hecho de Ceuta y Melilla aunen sus esfuerzos y fijen una
postura en común ante la Administración General del Estado
ha supuesto notorios éxitos que han proporcionado escenarios
mejorados en la vida social y económica de ambas ciudades
autónomas. Las relaciones que mantiene el gobierno Vivas con
la Administración General del Estado, basadas en la
cooperación, la lealtad institucional y en una ausencia de
‘gresca’ política mediática le ha servido para granjearse
los mejores espacios en las negociaciones y acuerdos puestos
en prácticas en estos últimos años. Acuerdos de los que
también, por inercia, se ha beneficiado Melilla, mucho más
combativa frente al Gobierno central lo que ha perjudicado,
si acaso, el trato más cercano en primera persona en los
encuentros bilaterales.
Precisamente, ante la oportunidad de que el vicepresidente
tercero del Gobierno visite Melilla y Ceuta, por este orden,
para tratar los asuntos relacionados con el futuro
determinante de ambas ciudades en el plano económico-social
y financiero, ambos gobierno autónomos ya han contactado
para calibrar la hoja de ruta establecida y aunar posiciones
comunes en un mismo espectro. Vivas e Imbroda contactaron
telefónicamente ayer para poner en valor sus respectivas
libretas y repasar los argumentos claves en una negociación
que ha de pasar, sin lugar a dudas, por el consenso de
favorecer a dos territorios singularmente especiales con
evidentes dificultades en su desarrollo de no mediar,
irremediablamente, las modificiaciones puntuales que
modernicen su actual Regimen Económico Fiscal especial con
algo más de cinco años sin ninguna actualización.
Ceuta, por su especial posición ante la Administración
General del Estado, sigue tirando de un carro esencial para
las aspiraciones de ambas ciudades autónomas.
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