El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de
Ceuta acoge desde anteayer a un huésped marroquí, un hecho
insólito. Más aún por tratarse de quien se trata, el
mediático Mohamed Haddad, un tetuaní que fue identificado
por error como autor material del 11-M al que, según dijo
ayer a EL PAÍS “no se le permite” integrarse en la sociedad
marroquí.
Según el diario EL MUNDO se trata de “el hombre que sabía
demasiado”. El tetuaní Mohamed Haddad, de 42 años de edad,
al que dos testigos identificaron como autor material de los
atentados del 11-M, duerme desde el pasado lunes en el CETI
local como solicitante de asilo político en España, un
trámite que le retendrá en la ciudad autónoma “varios
meses”, según prevén fuentes oficiales.
El periódico EL PAÍS dio a conocer ayer a media tarde que
Haddad, “identificado por error como uno de los autores
materiales del 11-M y secuestrado por la policía marroquí
durante 45 días”, cruzó el pasado sábado la frontera del
Tarajal para pedido asilo político en España “por un
supuesto acoso de los servicios secretos marroquíes”.
Según sus declaraciones al periodista José María Irujo “se
cometió un error conmigo [al vincularle a los atentados de
Madrid] y desde entonces vivo en un infierno”. “He intentado
presentarme a las elecciones en Marruecos por el Partido de
los Trabajadores y agentes de la DST [la Dirección de
Vigilancia del Territorio, el servicio de Inteligencia del
país vecino] me dijeron que no me presentara, que una
persona investigada por terrorismo no podía presentarse.
Sigo padeciendo las consecuencias de aquel error y ya no
puedo seguir viviendo en mi país. Quiero integrarme en la
sociedad y rehabilitarme pero no me dejan. No quiero ser un
juguete de los medios de comunicación que me acusaron sin
pruebas y de los servicios secretos marroquíes que todavía
siguen hostigándome. Quiero vivir en libertad y no me
dejan”, aseguró Haddad al periódico del Grupo PRISA.
Haddad se fue de España meses antes del 11-M. Seis días
después de los atentados agentes de la DST le detuvieron y
lo trasladaron a la prisión de Temara donde, según su
relato, fue torturado durante 45 días.
“Tras su liberación Haddad se presentó voluntariamente en la
Policía Judicial de Casablanca donde le extrajeron saliva e
hicieron una prueba de ADN.
Tras cotejarlo con las muestras no identificadas recogidas
en los escenarios del 11-M (el chalé de Morata de Tajuña, el
piso de Leganés o los dos vehículos abandonados en Alcalá de
Henares), la policía no encontró ninguna prueba de su
participación a pesar de que un testigo presencial de los
atentados de nacionalidad peruana lo reconociera
fotográficamente a bordo de uno de los trenes de la muerte,
aunque no se ratificó en su declaración y él pudo acreditar
que el día de los atentados estaba en Tetuán, viendo un
partido por televisión en un bar.
El PP siempre defendió, sin embargo, su vinculación a los
atentados. En enero de 2005, coincidiendo con la visita a
España del Rey de Marruecos, Mohamed VI, los Populares
sugirieron que podía ser un agente de los servicios secretos
marroquíes.
Uno de los elementos que llevó a sospechar de Haddad fue su
presunta detención por parte de la policía turca tras la
reunión que supuestos responsables de Al Qaeda (Said Berraj,
Amer Azizi, Saledine Benyaich y Lahcen Ikasrien) mantuvieron
en Estambul el 10 de octubre de 2000.
Entre sus amigos en la mezquita El Huda, en Lavapiés
(Madrid), estaba Jamal Zougam, condenado como autor material
del atentado, recordó ayer EL PAÍS.
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