Eduardo Aparicio es consciente de que su equipo no tiene
prácticamente opciones de darle la vuelta a la eliminatoria,
después del 6-0 sufrido en el José Benoliel. “En la vida hay
que ser realista y levantar un 6-0 es prácticamente
imposible. Tendría que suceder una hecatombe para que el
Murallas perdiera esta eliminatoria; otra cosa es que
hubiéramos marcado algún gol y quizás tendríamos alguna
posibilidad. Pero marcar siete goles en el encuentro de
vuelta es una utopía”.
El preparador de la Balompédica tiene claro que el próximo
sábado “queremos jugar un partido lo más serio posible e
incluso dar minutos a los jugadores menos habituales durante
la temporada. De mis jugadores sólo espero que den la cara
porque no podemos pensar en remontar un marcador tan
desfavorable. Para mi equipo esta eliminatoria es un
premio”, añade.
Eduardo Aparicio no solo ‘cargó’ contra el colegiado ceutí
Abdeselam Mehdi, al que vio muy parcial desde el primer
minuto al perjudicar a su equipo con la falta que dio origen
al primer gol y la expulsión de Beker, sino también contra
su directiva. El técnico de la Balompédica lamenta que su
club no solicitara árbitro neutral y el pesado
desplazamiento a Ceuta. “En estas condiciones hubiera sido
mejor quedarnos en casa”. El equipo melillense se marchó de
Ceuta el domingo por la tarde y llegó a la ciudad hermana el
lunes después de viajar en el ferry Málaga-Melilla en
butacas.
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