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sociedad - MARTES, 16 DE JUNIO DE 2009


terrenos de huerta tellez. reduan.

vivienda
 

El dinero invisible para
unas casas fantasmas

Una de las empresas subcontratadas más importantes de las viviendas de
protección que acomete Dolmen en Huerta Téllez paralizó la obra en febrero,
cuando el banco les dijo que era imposible negociar los pagarés recibidos
 

CEUTA
Luis Parodi

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Si se ponen en su pellejo comprenderán mejor la historia. Un total de 211 familias viven con la incertidumbre de saber si el dinero que hasta este mes han pagado por vivir en un nuevo hogar dejará de ser invisible y si los fantasmagóricos cimientos levantados sobre Huerta Téllez serán finalmente la casa de su vida. Ahora, más que nunca.

Mohamed, fontanero, es uno más de aquellos que decidieron emprender una aventura hacia el futuro. Tenía pensado irse con su novia, aunque las cosas se han torcido y ahora quiere dar marcha atrás y recuperar el dinero invertido. “En Dolmen me aseguraron que si quería irme de la casa podría hacerlo”. Ahora, su padre le ha conseguido unos terrenos en otro sitio y quiere dejar de pagar cuanto antes por unas casas que desde febrero no avanzan. “Llevo dos meses yendo a la oficina de Dolmen, pero solo está el arquitecto y nadie me dice nada”, asegura. “Al principio te vendían muchas facilidades, pero ahora, nada”, añade. Además, tiene claro que no puede dejar de pagar la casa, porque de lo contrario entraría a formar parte de la lista de morosos. Mohamed abona todos los meses 600 euros, una cantidad que fijaron los propios compradores en un principio. Una vez acabe la obra, los propietarios abonarán el resto de la entrada. En un principio pusieron 1.500 euros, luego, un fondo que sería el que cada uno quisiera y, luego, mes a mes, los 600 euros o la cantidad que cada uno hubiera pactado. Una vez recibieran la casa, pagarían hasta completar los 36.000 euros de la entrada, que podrían hacerlo gracias, también, a un préstamo de Emvicesa de 10.000 euros. “Estamos preocupados de no poder recuperar el dinero, pero, por el momento, los compradores no nos hemos puesto en contacto”.

Esta es la historia de Mohamed, una más de las 211 de una novela que ninguno hubiera querido empezar y de la que desconocen su final. Otros propietarios han creado una dirección de correo (edif.airedelsur.ceuta@gmail.com) para entablar un primer contacto entre afectados y establecer alguna fecha para celebrar una reunión que les permita cambiar impresiones y tomar alguna decisión. Hasta el momento son pocos los que han contactado, pero todos han mostrado su preocupación por el estado actual de sus viviendas.

Éstas llevan paradas desde el 25 de febrero. Según ha podido saber este periódico, una de las principales empresas subcontratadas por Dolmen, Syscon Ceuta, se vio obligada a parar la construcción al no encontrar ningún banco que quisiera negociar los pagarés que les había entregado Dolmen. Las entidades financieras consideraron y, todavía consideran, que Dolmen no cuenta con solvencia como para afrontar los pagos. Este mes es decisivo para la posible reanudación de las obras. Aún quedan varias semanas para que venza el plazo de cobro de los pagarés y Dolmen se encuentra en plenas negociaciones con Caja Madrid, entidad en la que mensualmente depositan su dinero los compradores.

Tal y como publicó EL PUEBLO la semana pasada, Dolmen fue la empresa adjudicataria del concurso de adquisición de los terrenos de Huerta Téllez, en los que se deberían construir 211 viviendas de protección, y cuyos precios de compra oscilan desde los 121.401 euros a los 170.532. Dolmen aseguró a este periódico que las casas estarían terminadas en junio de 2010, fecha prevista en un principio, pero todo hace indicar hoy que sería más que un milagro. Esta promoción se compone de dos edificios. El primero de ellos, de 66 viviendas y ocho plantas, está por terminar. Se ha construido todo el esqueleto, pero falta el revestimiento exterior de los dos últimos pisos y el acondicionamiento interior de todas las plantas, un trabajo que desarrolla Syscon y que les podría llevar casi medio año más. Mientras tanto, las 150 viviendas restantes apenas se han elevado unos metros y también serán de ocho plantas. Hasta que no se termine la promoción entera no habrá cédula de habitabilidad para ningún propietario. De momento, toca poner velas a un santo.
 

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