Eduardo Aparicio ‘cargó’ ayer contra su directiva y el
árbitro ceutí Mehdi, tras el 6-0 sufrido por su equipo en el
partido de ida de la eliminatoria de ascenso a Tercera
División. “El marcador está ahí y es inamovible, pero habría
que preguntarle a mi directiva, si es que existe directiva,
y en segundo lugar al árbitro”. El técnico de la Balompédica
Melillense argumentó que “no se puede jugar una fase de
ascenso con un árbitro local, que sabes que va a ayudar al
equipo que juega en casa... La valoración del partido es
complicada porque en el minuto dos te pitan una mano del
portero fuera del área, que sólo se ve cuando existe una
parcialidad por parte del árbitro. Además en el minuto doce
nos expulsa a un jugador cuando los mismos futbolistas del
Murallas le dijeron al árbitro que no había dicho
absolutamente nada”. Así las cosas, Eduardo Aparicio tiene
claro que “estas decisiones rompieron el partido”, pero
añade que “perdimos por 6-0 y no hay más vueltas”.
Según el entrenador de la Balompédica “el árbitro no se
convirtió en protagonista sino que salió con la lección bien
aprendida y sabía lo que hacía. Yo no voy decirle nada
porque él es de Ceuta y todos sabíamos que ayudaría al
equipo de Ceuta. Creo que se puede ser parcial, pero como le
dije deja jugar un poco, a ver cómo transcurre el partido y
luego actúas. Lo que se vio en el primer tiempo fue absurdo,
porque eso no es fútbol ni es nada. Los propios futbolistas
del Murallas reconocieron cuando terminó el partido que eso
no era fútbol”.
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