Un centenar de niños procesionaron tras la estela del Corpus
Christi, en el ya tradicional acto devoto-cristiano que, un
año más, estuvo presidido por el Pendón de la ciudad que
tras portarlo el comandante general, fue de mano en mano por
todos los representantes civiles que forman parte de la
corporación municipal.
Siete y media de la tarde, Plaza de África espera, plagada
de público, la salida del tradicional Corpus Christi. El
magnífico ambiente creado por los padres, que esperan
ansiosos el momento en que sus hijos desfilen por las calles
ceutíes con sus trajes de comunión deja imágenes y momentos
para el recuerdo.
A las ocho en punto suenan las campanas de la Catedral y los
pequeños comienzan a salir del Templo. Las niñas lucen unos
bonitos peinados que solo sirven de aperitivo para el
exquisito menú que los que tuvimos el privilegio de asistir
degustamos en nuestro interior, trasladándonos así a nuestra
infancia e incitándonos a ser niños de nuevo para poder
revivir ese inolvidable momento.
Tras los niños, quedaron representadas todas las Cofradías
ceutíes mediante la presencia en el cortejo de miembros de
todas éstas. A éstos le seguía el presidente del Consejo de
Hermandades y Cofradías de Ceuta, Juan Carlos Aznar, quien
daba paso al Santísimo, que una vez más estaba portado por
la cuadrilla de la Flagelación. Un Paso que iba seguido de
un grupo de Sacerdotes de la ciudad. Un colectivo, que con
su canto creaba un ambiente de paz para acompañar al Paso.
El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús
Vivas Lara, portaba el Pendón Real de la Ciudad, el cual fue
trasladado minutos antes por el comandante general de Ceuta,
Enrique Vidal de Loño, desde el Palacio Autonómico hasta la
Santa Iglesia Catedral.
Las máximas autoridades de la ciudad, y casi toda la
corporación formaba la parte final del cortejo que
acompañaba al paso del Corpus, cerrando el mismo una
Compañía de Honores del Regimiento de Caballería Azorazado
“Montesa nº3” compuesta por una sección del RCAC-3 y otra
del Tercio 2º de la Legión, además de una Escuadra de
Gastadores, la Banda de Guerra y la Unidad de Música de la
Comandancia General.
El andar del Santísimo por Jáudenes... serio, correcto, y la
cuadrilla guiada por un capataz sereno con un excelente
quehacer. El fantástico equipo formado por los ya citados
completaron un muy buen recorrido, el cual no será fácil de
igualar.
A la salida de esta calle pudimos presenciar bonitas
imágenes debido a la puesta de sol contrastada con el blanco
colorido que recreaban los niños.
Por Paseo Colón, más de lo mismo, el Santísimo con un paso
ordenado, los militares con un serio caminar, la banda de
música interpretando bonitas piezas y los niños... con
alegría en los rostros y con ganas e impaciencia por llegar
a la alfombra de flores.
Ésta comenzaba en el Revellín, donde cientos de ceutíes
esperaban para ver a los más pequeños desfilar por el
coqueto decorado que ha recreado nuevamente la
Viceconsejería de Festejos de Ceuta.
Columnas romanas a uno y a otro lado de la calle
presenciaban imágenes para el recuerdo, donde el olor a
helecho y a flores se sumaba a una bonita tarde. En Gran
Vía, de nuevo una gran alfombra floral, en ésta
representadas, mediante sus escudos creados por serrín
coloreado, helecho y flores, la mayoría de las Cofradías de
la ciudad.
El Paso del Santísimo hacía su último tramo del recorrido,
como toda la tarde, sereno y ordenado. En éste se recreó
debido a las pocas ganas que había de despedirse, aunque
había que recogerse momentos antes de que anocheciera y
siguieron su camino hacia la Catedral, donde de nuevo,
cientos de ceutíes esperaban para poder ver de nuevo bonitas
imágenes en este día tan especial, un día en el que los
niños y la paz han sido los principales protagonistas.
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