La presidenta de la Hermandad de Donantes de Sangre de
Melilla, Isabel Quesada, aseguró ayer que el Ingesa
"estrangula" económicamente a esta organización sin ánimo de
lucro, porque no les abona la totalidad de la subvención
anual con lo que a partir de julio no podrán abonarse los
sueldos del personal del centro, ni ofrecer siquiera un vaso
de agua a los donantes.
La presidenta de la Hermandad de Donantes de Sangre de
Melilla, Isabel Quesada, también hizo un llamamiento a los
integrantes de la comunidad musulmana para que se
solidaricen y también se conviertan en donantes de sangre;
el motivo es que Melilla no sólo deber ser autosuficiente,
sino que además atiende a una importante población de la
zona circundante.
La celebración del Día Nacional del Donante de Sangre de
este año no pasará como una de las más felices para la
Hermandad de Donantes de Melilla, tal cual lo expuso ayer su
presidenta, Isabel Quesada.
El motivo principal es la situación de indefinición en la
que quedan una vez que el Ingesa sólo les ha abonado parte
de los sesenta mil euros anuales que concede a la
organización para que pueda desde abonar el sueldo de las
dos trabajadoras del centro, a ofrecer un desayuno o
tentempié a los donantes tras extraerle la sangre. La
situación es tan crítica, que las dos trabajadoras del
centro dejarán de cobrar a partir de julio.
Quesada no comprende el silencio del Ingesa a sus reiteradas
peticiones. "El dinero no es para nosotros, sino para la
atención de los donantes", reitera.
La presidenta de la Hermandad explica que posiblemente el
impago pueda deberse a que el Ingesa considere que con esos
sesenta mil euros al año no se pueden comprar las dos placas
anuales con las que se premia a los donantes más solidarios,
o la comida que las dos trabajadoras tuvieron que cargar a
las cuentas cuando "se encargaron en solitario de trasladar
la Hermandad desde el Hospital Militar hasta el nuevo centro
de salud".
Es más, se les ha dicho desde Ingesa que no pueden
justificar ni el agua que compran ni las flores que se
compraron con motivo de una visita ministerial. Pero
apostilló Quesada que en las justificaciones no se incluyen
ni siquiera los retrasos en el pago de la seguridad social
de los trabajadores.
La presidenta de la Hermandad pidió perdón a los donantes
melillenses por esta situación incomprensible que vive la
organización, puesto que "no podemos ofrecerles ni un vaso
de agua después de la donación, ni podemos enviarles por
correo los resultados de los análisis de sangre porque no
hay dinero para sellos". Quesada, que apostilla que el
Ingesa con su actitud "estrangula" a la Hermandad, espera
que el problema se solvente cuanto antes "porque no
entendemos esta falta de sensibilidad del Ingesa". Entre
tanto, comentó que se han puesto en contacto con la Ciudad
Autónoma con la que firmarán próximamente un convenio de
colaboración que podría ayudarles en su mantenimiento con
algún tipo de ayuda, así como para la organización de
eventos como la celebración del Día Nacional del Donante de
Sangre.
Donantes
Precisamente ayer, con motivo del Día del Donante de Sangre,
la Hermandad instaló una mesa informativa en la Plaza
Menéndez Pelayo, desde la que recordar una jornada tan
importante en la que se homenajea a todas aquellas personas
anónimas y altruistas, que donan su sangre por el bien de
los demás. "La donación de sangre no tiene fronteras, razas,
ni religión, porque la sangre la necesitamos todos y darla
es donar vida. Donarla es bueno para el que la da y para el
que la recibe, y es un acto libre y de un altruismo enorme".
En esta jornada especial "queremos dar las gracias a tantos
donantes que hay en nuestra ciudad, que van religiosa y
altruistamente a realizar sus aportaciones sin que se les
llame siquiera".
La presidenta de la Hermandad quiso hacer un llamamiento a
los integrantes de la comunidad musulmana local, para que se
sumen a esta gran familia de los donantes. "Parece que esta
población no está muy sensibilizada y no se ha dado cuenta
de que la sangre es buena para todos, y que todos los
melillenses debemos aportarla, porque es buena para todos,
da igual la religión que se profese. Animarles para que se
acerquen a las oficinas, al centro de transfusión y se
informen", dijo. Reiteró que las donaciones de sangre son
necesarias no sólo para los propios melillenses, sino para
el importante número de pacientes del entorno marroquí que
son atendidos en el Comarcal.
Balance
A pesar de este panorama, la Hermandad de Donantes goza de
buena salud. La prueba de ello es que entre los meses de
noviembre a junio de este año, se ha aumentado en 110 el
número de donantes, ello motivado tanto a las campañas de
captación como al cambio de ubicación del Banco, que ha
pasado del Hospital Militar al nuevo Centro de Salud de la
zona centro. "El cambio ha sido muy positivo", asegura.
En cuanto al año 2008, se atendieron a un total de 1.962
personas y se realizaron 1.400 donaciones con un total de
835 donantes. Además a lo largo del pasado año se
inscribieron 157 nuevos donantes. "Es una cifra importante,
pero aún así se necesita sangre. Se precisan muchísimos más,
porque en Melilla es necesaria la sangre, por eso reitero mi
llamada a la comunidad musulmana para que acudan, se
informen y donen", concluyó.
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