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El campo de golf de Melilla será inaugurado oficialmente la
semana que viene para que los aficionados a este deporte y
los ciudadanos puedan empezar a jugar cuando quieran. Eso
será posible gracias a que el Ministerio de Fomento ha dado
luz verde a la autorización que pidió la Ciudad Autónoma en
noviembre de 2007, y que fue denegada por el propio
Ministerio en agosto de 2008. De este modo, el Ministerio de
Fomento deja sin efecto el informe que emitió hace nueve
meses.
Con este paso atrás dado del Ministerio de Fomento se pone
fin a un año y medio de polémica entre la Ciudad Autónoma y
los partidos de la oposición, a los que también se llegó a
sumar la Delegación del Gobierno.
El encargado de anunciar el desbloqueo del permiso de
apertura de campo de golf y su inminente inauguración fue el
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que
compareció ayer por la tarde junto a sus consejeros de Medio
Ambiente y Deportes, Ramón Gavilán y Francisco Robles,
respectivamente.
Anuncio post-electoral
Imbroda informó de que el Ministerio de Fomento envió a la
Ciudad Autónoma la autorización para la apertura del campo
de golf vía fax el 9 de junio.
Sin embargo, Imbroda sospechó que Fomento podría haber
retrasado esta autorización hasta que no se celebraran las
elecciones europeas, ya que “casualmente” la envió dos días
después de esos comicios.
Para justificar su teoría, Imbroda recordó que el 17 de
abril, hace casi dos meses, la Agencia Europea de Seguridad
Aérea (AESA), que depende también del Ministerio de Fomento,
emitió un informe interno que daba el visto bueno al campo
de golf. “Es decir, que el 17 de abril ya sabían que la
autorización era favorable, y aún así tardan otros dos meses
más en comunicarlo, curiosamente dos días después de que
terminan las elecciones”, criticó el mandatario local.
No fue éste el único retraso denunciado ayer por Imbroda,
quien recordó otros tantos acumulados por el Ministerio de
Fomento en torno al campo de golf. Así, primero tardó nueve
meses y medio para responder a la petición de autorización
de apertura que la Ciudad Autónoma presentó el 13 de
noviembre de 2007, a la que contestó denegándola la
Dirección General de Aviación Civil el 20 de agosto.
La Ciudad Autónoma recurrió un mes más tarde, concretamente
el 22 de septiembre, presentando un informe técnico que
había realizado una empresa consultora, que supuso un
desembolso de 15.000 euros de las arcas municipales. Sin
embargo, la Agencia AESA no emitió un informe favorable
hasta el 17 de abril, siete meses después, a los que se
sumaron otros dos más hasta que Fomento dio comunicación
oficial.
En opinión de Imbroda, lo que ha ocurrido con el campo de
golf “es muy grave”, porque “han estado toreando a la ciudad
de Melilla, perjudicándola de manera grave y consciente”.
Y es que, según el presidente de la Ciudad Autónoma, la
razón de esta paralización del campo de golf se encuentra
“la mano política total del PSOE, de la Delegación del
Gobierno y de estos señores que lo único que quieren es que
Melilla no progrese”.
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Imbroda lamenta el perjuicio económico causado
Imbroda también lamentó el
perjuicio económico, deportivo y social que se ha provocado
a Melilla con la paralización del campo de golf, ya que “hay
agencias de viajes importantes que nos están preguntando
cuándo lo vamos a abrir para meterlo en la red nacional” y
vender su promoción en paquetes turísticos.
A pesar del desbloqueo del campo de golf, Imbroda mostró
cierto pesar porque la autorización está condicionada a que
se habilite un servicio de cetrería para evitar la aparición
de pájaros en la zona, y también a que se tapen los lagos.
Sin embargo, recordó que hay aeropuertos con campos de golf
cerca que sí tienen lagos, como es el caso de Manises
(Valencia), Vigo, Sevilla, Santiago de Compostela, Málaga,
Madrid, Barcelona y Ciudad Real, y a éstos no les han
obligado a eliminar los lagos.
La construcción del campo de golf ha supuesto a la Ciudad
Autónoma una inversión de dos millones de euros, de los que
300.000 euros han sido aportados por la Federación
Melillense de Golf.
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