Esto marcha. Si el ritmo de reciclaje de aparatos
electrónicos que los ceutíes llevan al punto limpio para
reciclar sigue así, pronto alcanzaremos las directrices que
apunta Europa de los cuatro kilos por habitante y año.
Estamos en los dos kilos desde que hace menos de un año se
empezó a trabajar enviando los residuos a la planta de
Aznalcóllar. Un pueblo que ha sabido mirar para adelante al
convertir su planta de tratamiento en una de las más
completas del país. Queda trabajo por hacer y mientras la
administración sigue trabajando en el estudio de una Planta
de Residuos Sólidos Urbanos, parece que la gestión de los
aparatos electrónicos es la más acertada.
Buenos datos. Esa es la conclusión de la visita que la
viceconsejera de Calidad Ambiental y parte de su equipo
realizaron a la Plata de Reciclado de Componentes
Electrónicos Recilec que se ocupa de tratar los aparatos que
se depositan en el Punto Limpio de Ceuta. En lo que va de
año se han superado las 40 toneladas y Ceuta se sitúa por
encima de la media del porcentaje de este tipo de reciclaje
en el país. Se prevé llegar a las 160 a finales de año.
Y eso que en la ciudad autónoma tan sólo se recicla un 15%
de los aparatos eléctricos que consumen los ceutíes. Desde
la primera partida de residuos que llegó a la planta el 26
de septiembre del año pasado, se ha conseguido alcanzar la
cifra de dos kilos por habitante al año. “Un buen síntoma de
que el ciudadano está respondiendo, por lo que alcanzar los
cuatro kilos recomendados es posible”, apuntó el director de
la planta, Leonardo Díez.
Ir a más depende de la concienciación en la población y los
responsables de la planta corroboraron con estadísticas que
mes a mes se van incrementando los residuos que reciben de
Ceuta. El convenio firmado el pasado uno de abril con los
agentes que gestionan el proceso de reciclaje implica además
que ellos se ocupen del diseño de la campaña de
concienciación e información. “Es importante que los
ciudadanos sepan lo importante que es tratar estos residuos
para poder eliminar los componentes contaminantes que tienen
y el proceso que conlleva su aprovechamiento, explicó la
viceconsejera, Celia de Miguel.
El proceso es relativamente sencillo. El ciudadano deposita
en el Punto Limpio los aparatos que ya no utiliza. Desde los
que entran en la denominación de ‘Línea Blanca’ como
frigoríficos, hasta los englobados como ‘Línea Marrón’ como
televisores pasando por los que se conocen bajo el apelativo
de ‘Línea Gris’.... en total, una decena de categorías de
residuos que se tratan tanto para descontaminarlos y evitar
perjudicar al medio ambiente, como para aprovecharlos.
La empresa EcoCeuta, gestor autorizado para su tratamiento,
los traslada en barco hasta Algeciras. Previamente los
prensa y los empaqueta. De Algeciras viajan hasta la
localidad sevillana de Aznalcóllar para su tratamiento en la
Planta de Reciclado de Componentes que se ocupa de su
reciclaje. “Es una de las catorce plantas que existen en
España y la más completa junto a la de Bilbao”, explicó el
gerente de la misma.
Coste cero para Ceuta
Coste cero para la Ciudad. El convenio suscrito el pasado
uno de abril con los nueve Sistemas Integrados de Gestión (S.I.G.)
pagan a Recilec, la empresa sevillana, para que realice el
tratamiento. Son las productoras de los aparatos las que
cobran al cliente un canon que les obliga a recoger los
aparatos en el momento en que se estropeen. Las S.I.G. las
recogen y utilizan el canon para costear el tratamiento.
Reciclar un frigorífico cuesta 32 euros y un televisor se
acerca a los 9. ¿Y el beneficio para los S.I.G? parte del
beneficio de los materiales que se venden tras concluir el
proceso como cobre o hierro.
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