El 30 de junio dejará su puesto de coronel jefe de la
unidad de Regulares 54 y, seguramente, también abandonará
una ciudad en la que nació hace 53 años, se crió y a la que
volvió como hombre curtido en ‘mil’ cuarteles y destinos.
Durante los dos años que ha estado mandando la unidad,
Acevedo Espejo también ha sido el último coronel en dirigir
una Agrupación Táctica en misión internacional. Fue de
diciembre de 2007 a abril de 2008, una etapa de confusión en
Kosovo, que acabó con la independencia unilateral de esta
región. A día de hoy, Acevedo es el único militar ceutí al
mando de un regimiento, aunque cuando llegó compartió ese
honor con los jefes del Ring-7 y del entonces conocido como
Raca-30.
Para acceder al despacho del coronel Acevedo hay que
agacharse. Una puerta con la forma de un arco y dentada da
paso a una habitación amplia, iluminada y repleta de
marroquinería, arabescos y lujos. La vidriera en la que se
conserva la Bandera del Grupo podría alcanzar los 100
millones de pesetas en una subasta. Mesas octogonales,
asientos cóncavos, arcos y columnas decorativas, paredes y
techo como de lacería dan lustre a un lugar de trabajo
discrepante del mundo occidental: un cristiano bajo las
influencias artísticas musulmanas; el coronel de Regulares
encarnando una unidad de origen indígena. Acevedo explica la
distribución de su despacho: “Representa una zauia, una
especie de santuario en el que los arcos delimitaban la
parte donde se enterraban a los muertos con la sala en la
que se hacían las oraciones”, explica. Tanto la vidriera
como las puertas, que despiden un arcoiris de colores fríos,
fueron regalados por el alcalde de Tetuán en 1920 a
Regulares-3, unidad que se disolvió en 1985.
La entrevista con Acevedo también adquiere un matiz
diferente, se trata de un militar que, sin salirse de las
coordenadas marcadas por sus superiores, es capaz de
empatizar con el periodista, se deja preguntar e incluso da
pinceladas filosóficas y no se esconde.
Pregunta.- Viendo este despacho, ¿puede ser lo que mejor
refleje la idiosincrasia de Regulares?
Respuesta.- Regulares ha tenido una idiosincrasia especial,
porque no ha habido ninguna unidad en la que un 80 por
ciento de su tropa haya sido indígena. Prefiero hablar de
europeos y de origen magrebí, más que de cristianos y
musulmanes, porque hay algunos que no siguen la religión.
P.- ¿Y sigue siendo esta la unidad que tiene más
militares de origen magrebí?
R.- Sí.
P.- Pero, ¿por casualidad o porque se intenta que sea
así?
R.- Es fruto del nombre de la unidad. La mayoría de los
soldados de aquí son familiares, de forma directa o
indirecta, de antiguos militares indígenas. Normalmente
suelen ser descendientes, sobrinos, hijos y nietos en su
mayoría. Hay tradición en la familia por ser Regular. Otra
razón es porque una proporción muy elevada vive en el
Príncipe.
P.- Lo de Poblado Regulares, ¿de dónde viene?
R.- Los jefes, cuando hicieron Regulares tenían un problema.
Esos soldados eran magrebíes y combatían contra sus
compatriotas. Entonces, en algunos momentos había
represalías contra sus familias, que combatían con España.
Para evitar estas represalias y para tranquilizar a la
tropa, se crean cuarteles de Regulares en las zonas del
protectorado y Ceuta y, próximos a la pared del cuartel, la
unidad les construía sus casas, para que sus familias no
estuvieran por las cabilas. Los viernes, los que no estaban
combatiendo, venían a Ceuta, descansaban y lo hacían en el
acuartelamiento de esa unidad, haciendo una formación en la
que el coronel de la unidad les hablaba. Y, luego, pasaban
el fin de semana en sus casas y el domingo volvían a la zona
de operaciones. De ahí viene lo de viernes regular.
P.- Después de dos años como coronel y siendo de Ceuta,
¿se esperaba que transcurriera así?
R.- No me esperaba nada. Cuando vas a cumplir tu trabajo lo
único que piensas es hacerlo lo mejor posible, al menos, yo.
¿Cómo me esperaba mi mando? No me hacía una composición de
lugar, sino que mi unidad estuviera al 100 por cien.
P.- Siendo ceutí, ¿le apetecía terminar en esta unidad o
hubiera preferido hacerlo en otra con más nombre o más
efectista como pueden ser los paracaidistas?
R.- Cuando uno es joven, pequeñito... (se interrumpe). Yo
soy de Ceuta, mi padre ha estado en Regulares toda su vida,
mi suegro había sido capitán de Regulares 3 y coronel de
Regulares 1... Entonces tú decides ser militar y mi idea en
aquel tiempo era venir destinado a Ceuta. Pero una vez que
vas a la Academia y ves lo que de verdad es la profesión
militar, entonces, la forma de pensar va cambiando y te
adecúas a lo que mejor vas a desarrollar. Lo que tenía bien
claro era que lo que me gustaba era tratar con la tropa,
independientemente de qué unidad. Cuando asciendes a
coronel, lo que te planteas es mandar un regimiento,
cualquiera de la Fuerza Terrestre está suficientemente
preparado. En su día me dijeron Regulares y me encantó,
porque era mi ciudad, es una de las mejores unidades de
España y suponía volver a ver a mis amigos.
P.- ¿Ser coronel en Regulares 54 es la mejor oportunidad
para dar un paso más en el escalafón militar o hay otras
unidades con presencia en el extranjero más interesantes?
R.- No tiene que ver una cosa con la otra.
P.- Durante su etapa en Kosovo como jefe de la Agrupación
Táctica, cómo vivió el conflicto de independencia? ¿Es una
suerte que toque o una desgracia el tener que dar órdenes
que se escapan de la rutina?
R.- Rutina no hay nunca. Lo mismo me da estar aquí, que en
Madrid, que en Kosovo. Desde que te levantes por la mañana
el objetivo es hacer las cosas bien. ¿Kosovo? Allí tienes
una misión clara que llevar a la práctica que te la ha
marcado el JEMAD. Y no puedes decir rutina, porque cada día
la misión es distinta, porque tratas con la población que
fluye de forma dinámica. Sucedió la declaración unilateral
de independencia y nos pusimos a trabajar en lo que estaba
ocurriendo y se actuó satisfactoriamente. También podría
haber salido mal, pero se actuó en consecuencia de muchos
factores que aplicas. No es distinto que un día en los que
no hubo esos problemas.
P.- Cuando se fue allí, en una situación que no
preveían...
R.- (Corta la pregunta para aclarar). Sí se preveía.
Nosotros nos fuimos en diciembre y veíamos que podía
existir, ya en diciembre, una declaración unilateral de
independencia, pero no sabíamos si la viviríamos nosotros o
el contingente siguiente. Íbamos bien preparados y
mentalizados.
P.- ¿Y cumplió su sueño mandando el regimiento y la
Agrupación Táctica?
R.- Es una satisfacción personal, pero piensas que lo mejor
que le puede ocurrir a un coronel es mandar a una unidad en
zona de operaciones, porque es para lo que te preparas en la
Academia. No sueñas con llegar ser esa persona, pero sí
sabes que aquella persona que manda una unidad, cumple el
objetivo. Sientes una responsabilidad inmensa, porque
depende de lo que hagas tu propio país.
P.- Hace años se diferenciaba entre ser un buen coronel y
un coronel bueno. Ahora, ¿quizá prepondera más el segundo
significado que el primero?
R.- No, para mí es ser un buen jefe y un buen militar. La
disciplina es la misma ahora que hace 30 años. Distinto es
la disciplina que tengas en la unidad y los métodos de
adiestramiento, porque los materiales son diferentes. Las
personas tenemos que ser iguales en los valores. No es
cuestión de bueno o malo, de transigente o intransigente,
sino de cumplir las normas.
P.- Da la sensación de que la gente escogería la Legión
como fuerza de choque sobre Regulares.
R.- Cualquier unidad de la Fuerza Terrestre tiene la misma
preparación. Las diferencias pueden surgir en las
vistosidades o en las idiosincrasias. Yo he estado destinado
en la Legión, tres años; en la Brigada Paracaidista, cuatro;
en Operaciones Especiales, 18 años, por distintos grupos; y
te puedo decir que las unidades son lo que son las personas
y lo único que no varía es la historia de esa unidad. Que
alguien diga que una unidad es mejor que la otra, o que una
es más de choque que la otra, está engañado. Las unidades
son la gente que tiene dentro.
P.- ¿Qué futuro se le va a dar a González Tablas?
R.- La unidad de Regulares, el día que se construya la Base
Única, pasará allí y el cuartel permanecerá y recogerá todo
el archivo de cultura histórico militar de Ceuta.
P.- ¿Qué valores patrimoniales posee este cuartel?
R.- Los más importantes lo tenemos en los edificios de mando
y el de la plaza de Teniente Arteche, sin olvidar las
puertas de acceso y bancos del acuartelamiento y, como no,
el Museo Específico. Los grabados, sus mosaicos, puertas,
etc. le dan un carácter único al acuartelamiento.
P.- ¿Puede confesar una persona que haya sido su ejemplo
dentro de Regulares 54 y otro que lo haya sido en otra
unidad?
R.- De Regulares hay dos personas importantes. Primero, el
fundador, Berenguer, que es quien da impulso; y, luego,
Valera, que fue doblemente laureado. Pero el más importante
es Berenguer, que es quien da forma a ese soldado de regular
duro y disciplinado. Fuera de Regulares, si le digo la
verdad, tengo muchos, y si le digo uno, faltaría al resto,
porque hay compañeros míos que son referentes.
P.- Hace poco se marcharon 34 militares de su unidad,
algunos destinados forzosos...
R.- Solamente fue uno, un comandante. El resto, pidió
destino voluntariamente en las vacantes que se publican
todos los meses.
P.- Pero, no ha sido la primera vez...
R.- Todos los meses salen vacantes y si esas vacantes las
pide un señor, se va allí, pero si no las pide nadie, se
manda a alguien.
P.- Hace dos semanas se despidieron a varios soldados por
asuntos de droga. ¿Le duele a un coronel?
R.- A un padre de familia le duele que su hijo haga algo
mal. Yo soy responsable de los hombres y mujeres de esta
unidad y me molestan actos de este tipo. Yo aplico la
normativa vigente. Un padre a un niño, en su casa, le
advierte de que si suspende no saldrá el fin de semana, pues
si el niño suspende no sale el fin de semana, porque si no,
te torea.
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