Según dijo Antón, este centro de Atención Primaria se diseñó
“muy bonito” y como un ambulatorio “puntero”, pero presenta
problemas en el funcionamiento de algunas prestaciones como,
por ejemplo, la climatización, que “cada vez que se activa
llueve en el edificio”.
Además, también tiene serios problemas de distribución,
sobre todo en la zona de trabajo del personal sanitario, que
impiden, entre otras cosas, que un profesional médico y un
paciente en su camilla puedan estar al mismo tiempo en las
cabinas de fisioterapia por falta de espacio.
El secretario general de la Federación Nacional de Sanidad
de CCOO, Antonio Cabrera, lamentó que el Ingesa no contara
con la opinión de los profesionales sanitarios antes de
construir el centro de salud, que se inauguró en marzo de
2008 y tuvo un coste superior a los cinco millones de euros.
Así, Cabrera negó que estos problemas se deban a las
dimensiones del solar sobre el que se construyó el
ambulatorio, ya que éste “tiene mucha amplitud” (5.205
metros cuadrados), sino que “está mal distribuido porque
zonas comunes tienes todas las que quieras, pero la zona de
trabajo se ha reducido a la mínima expresión, dándose a
veces la barbaridad de que el médico y el paciente no caben
en una cabina”.
Éste es uno de los problemas que abordó ayer Cabrera con el
director provincial del Ingesa en Melilla, Antonio García
Morillo, durante el viaje de trabajo que ha realizado el
responsable sindical durante dos días junto a su equipo para
dar a conocer el plan de trabajo.
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