Es la canción de cada vez que hay
unas elecciones, del tipo que sean, y es que todos han
ganado algo, por lo menos en su fuero interno. Y eso es lo
primero que advertimos en UpyD, que ya empieza a perfilarse
como la tercera fuerza, claro que a años luz de las dos
primeras.
Esta situación nos trae a la memoria al CDS de Adolfo
Suárez, tras haberse ido de UCD. Y es que el CDS tuvo cierto
poder en sus manos, pero algún resbalón a destiempo le hizo
ir perdiendo terreno, tras haber sido un auténtico partido
bisagra , cosa que dudo mucho que vaya a lograr el partido
de Rosa Díez. Tiempo al tiempo.
Y en los otros dos, en los grandes de verdad, pues “ la risa
anda a barrios” y mientras en el PP se ve, aquí en Ceuta,
una alegría que nadie oculta, en el PSOE se empieza a hablar
de lo que ha perjudicado la abstención, aunque parecen
olvidarse que la abstención si perjudica lo hace por igual a
unos que a otros, y si favorece, pues, otro tanto de lo
mismo.
Creo que en esto no hay que dar rodeos de ningún tipo,
porque las cosas se han dado como se preveían, e incluso
esos casi cuatro puntos de diferencia pueden haber resultado
menos mal de lo que se esperaba en el propio PSOE.
En el PP la victoria ha tenido un sabor especial, tras
llevar varios años en los que, a nivel nacional, “no
rascaban bola”, ahora lo que hace falta es que no se olviden
del camino que han seguido y si bien es cierto que a nivel
local, mientras esté Juan Vivas, el triunfo lo tienen
garantizado, no así con otro sea el que sea, a nivel
nacional habrá que ver si, por fin, partiendo de aquí se
logra un triunfo en las generales.
Como no podía ser de otra manera, he ojeado y hojeado la
prensa local, especialmente las páginas que abordan todo lo
relativo a las elecciones y uno no puede menos que repetir
lo que tantas veces ya hemos tenido que comentar, porque en
las fotos aparecen docenas de personas festejando los
triunfos y si echamos un vistazo a los momentos en los que
ha habido derrota, me refiero especialmente al PP, un gran
porcentaje de esas personas que ahora sí están, otras veces
no se han dejado ver.
Estamos en lo de siempre, hay que hacer méritos para poder
llegar a “¿Qué hay de lo mío?”.
Si volvemos al desenlace final, donde sí ha dado en la diana
el PP ha sido en la elección del cabeza de lista, sin duda
el hombre de más valía del partido para encabezar unas
elecciones al Parlamento Europeo. Mayor Oreja es muy bien
visto en casa, en su partido, y no es rechazado fuera por
ninguno de los demás grupos políticos. Sus formas, sus
actuaciones y su trayectoria lo avalan como una persona
intachable, del que nunca se dijo nada en contra, y del que
no se ha podido sacar, por los que lo hubieran deseado,
ningún trapo sucio.
Aquí le empezó ganando por la mano el PP al PSOE, en la
cabecera de la lista, porque López Aguilar no tenía el tirón
que ahora hubiera necesitado un partido con un mensaje
devaluado, que se ve incapaz de salir de ese bache en el que
ha entrado y va a tener complicado dejarlo en algún momento.
Los números, siempre fríos, dejan a López Aguilar mucho más
tocado de lo que parecen admitir en el PSOE.
Sea como sea esto, también, es ya historia. Ceuta participó
muy poco, se abstuvo en demasía, la playa era más atractiva.
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