Pasadas las elecciones al
Parlamento europeo, en las que pese al escepticismo de un
notable número de ciudadanos el 43,55% del electorado (46%
en España) demostró creer en el proyecto de Europa, en otras
partes del mundo están al caer dos decisivos comicios: en
Irán, sectores revisionistas y notablemente más moderados
que el filonazi Ahmadinejad parece que pueden desalojar el
próximo viernes 12 a éste del poder, mientras el mismo día
los marroquíes votarán a sus representantes en las
“baladías” (ayuntamientos) del vecino país.
En la tierra del cedro y antigua Suiza de Oriente Medio, el
martirizado Líbano, los sunnitas de Hariri agrupados en la
prooccidental Alianza 14 de Marzo de Marzo han logrado, el
pasado domingo, frenar los pies democráticamente a la banda
islamofascista de Hamás. Un alivio y una esperanza.
Cambiando de tercio y a título personal lo mejor de ayer,
después de los mil doscientos kilómetros recorridos buena
parte de ellos bajo adversas condiciones meteorológicas, fue
el agradable y casual encuentro a bordo del FRS Iberia con
el Delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón.
Bajo un cálido y luminoso atardecer acariciando las aguas a
poniente del Estrecho, disfruté de lindo pelando la hebra a
calzón quitado -dialogando y aprendiendo- con el doctor
Chacón. Tuve la oportunidad de conocer a Fernández Chacón -y
a su encantadora y vivaracha esposa, Inmaculada- el día de
su toma de posesión en la Plaza de los Reyes, el 8 de mayo
de 2008, escribiendo ya entonces sobre la positiva impresión
que me había transmitido, estando al tanto también de su
paso por idéntico cargo en la hermana ciudad de Melilla así
como de su buena sintonía con el, en su momento, Cónsul de
España en Nador, Javier Jiménez-Ugarte designado también más
adelante y hasta la fecha, lo que no deja de tener su
aquello, como titular del Consulado General de España en
Tetuán. Mantuve con Fernández Chacón otros dos encuentros,
uno por cierto en difíciles circunstancias personales debido
a un notable estado de acoso con potencial peligro para la
salud al que hace un tiempo fui sometido, mostrándose
entonces Fernández Chacón solidario y cercano, cosa que
agradecí vivamente y de lo que ahora levanto acta. Ayer,
hasta poco antes de entrar por la bocana, Fernández Chacón
hizo una vez más gala de su cercanía, su abierto talante y
su acendrada vocación política, desgranando entre frase y
frase un notable conocimiento de los entresijos del toreo en
esta hermosa pero difícil tierra caballa. Nombres y
apellidos de notables de todo tipo, sexo y condición, el
fracaso escolar, el historial del Paso del Biutz, así como
las estudiadas alternativas para Ceuta que el Delegado del
Gobierno lleva en cartera -entre ellas su decidida apuesta
por la formación profesional-, junto a finas observaciones
digamos de campo, supusieron un feliz colofón para el duro
día vivido por este escribano. Hubo tiempo naturalmente para
observaciones mutuas sobre las peculiares relaciones
diplomáticas con los vecinos, adelantando por mi parte al
Delegado en Ceuta del Gobierno de la Nación mi intención de
acudir a la “Wilaya” de Tetuán con el fruto de las recientes
investigaciones, judiciales y policiales, de un caso
tipificado como delito informático del que desde hace más o
menos un año soy víctima y cuyo rastro lleva a un ordenador
sito en Marruecos. También le confié ciertas impresiones
mías, adobadas con el recuerdo del sabio Averroes, que
podrían lanzar a INTERPOL sobre el rastro de un conocido
hermanito, ah jai, chof, de Ceuta, ciudad querida siempre.
Salud.
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