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OPINIÓN - JUEVES, 11 DE JUNIO DE 2009

 

OPINIÓN / EL OASIS

Las cuentas de la federación
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Tomo café con un periodista veterano. Curtido en mil batallas. Y que de tanto conocer los secretos y entresijos del poder local se ha convertido en un pasota. Nada le preocupa, todo le da igual, pasa de todo, “como en el dominó sin fichas”. Más que pasar de todo, lo justo sería decir que desde hace mucho tiempo anda mermado de ilusiones.

Ha optado por vivir a su manera, conversando un poco, haciendo del silencio su mejor arma, para empaparse de cuanto decimos los demás. De manera que luego pueda espigar lo más interesante que a su juicio haya oído. Y guardarlo en la alacena de su memoria, que le sigue funcionando mejor que un reloj suizo.

Al veterano periodista, de tanto tratarlo durante años y por supuesto de tanto disentir de él y viceversa, le tengo ese afecto que se siente por quien, a pesar de los muchos desencuentros habido entre nosotros, todavía podemos permitirnos el lujo de hacer un alto en el camino, cuando nos cruzamos por la calle, y ponernos a charlar de cuanto se encarte, como si tal cosa.

Insisto: él me deja hablar, y de vez en cuando me regala alguna información que no me viene mal. Porque transitar la calle con ánimo de estar al tanto de cuanto se cuece en los intestinos de la vida pública, exige a cambio ser generoso, en cierta medida, con las demás personas que andan buscando lo mismo.

Días pasados, el veterano periodista y yo, mientras tomábamos café, como digo, nos pusimos a pegar la hebra. Y dado que su primera información me pareció tan sincera como convincente, no tuve yo tampoco el menor empacho en contarle los motivos que me inducen a pensar en que el presidente de la Federación de Fútbol de Ceuta no hace una auditoría porque no puede. Porque le resulta imposible.

Lo que no entiendo -le dije, sin miedo a que me tachen de redoblar el tambor- es que en Melilla, por ejemplo, haya medios que denuncien al presidente de ese organismo, por algún que otro tejemaneje, y aquí exista una especie de conjura local, entre quienes podían exigir claridad contable en la federación, para que eso no suceda nunca.

Y tengo la impresión, por más que tú no la compartas, de que la auditoría se hará cuando Antonio García Gaona lleve cuatro años como presidente. Pero haciendo borrón y cuenta nueva de un pasado, de tres décadas largas, que, cuando lo menciono, los hay que se quedan como estatuas cerúleas. Y apenas si pueden articular palabra alguna.

Eso sí, en cuanto me doy la vuelta, me visten de limpio. Lo cual es peor: porque lo que hacen es insuflarme ánimos suficientes para que no me olvide de un asunto que huele a guano. Y sin embargo, a pesar de ese hedor, el enemigo público número uno del Gobierno local, Juan Luis Aróstegui, no ha dicho nunca ni pío al respecto. Y tampoco Mohamed Alí, tan dado a la denuncia contra los gobernantes, se ha atrevido jamás a pedir que se haga una auditoría para saber qué se ha venido haciendo con los dineros de las subvenciones recibidas por la Federación de Fútbol de Ceuta, durante años.

Ante lo expresado, por mí, el veterano periodista se encoge de hombros y piensa que sus ilusiones no dan para meterse ya en esta batalla. Y sigue su camino.
 

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