En esta ocasión, incluso, las
encuestas han estado más finas que en momentos y
circunstancias precedentes, y han dado en la diana, aquellas
que fueron encargadas por los medios de comunicación
solventes.
Sólo, de los que yo he barajado, en los datos que apuntaba
un medio catalán, La Vanguardia, estuvieron lejos de la
diana. Los demás atinaron, y de verdad, como lo iban
atinando cualquiera de los “viandantes” que no estaba
hipotecado por ninguno de los dos grandes partidos.
La crisis, es natural, en quien más mella ha hecho ha sido
en el partido del Gobierno, y es que, tal como decíamos hace
tres o cuatro días, cuando el problema se acerca a los
garbanzos, de poco valen las ideas, que, como también he
dicho en repetidas ocasiones, se quedaron atrás en el XIX.
Casi cuatro puntos de ventaja es mucho perder para el PSOE,
y lo que ya veremos, desde ahora, con más de dos años de por
medio, que si sigue este ritmo será bastante menos, si esa
renta la va a saber administrar el PP, y si el PSOE, viendo
lo que se le viene encima, se deja de cantos de sirena, coge
el toro por los cuernos, y es capaz de llamar al pan, pan.
Es lo que hace falta, en vez de tantas milongas como se han
venido contando o cantando.
De todas formas, con el tiempo que hay, por delante, puede
hacer más de una pirueta y enmendar la situación, porque de
lo contrario, especialmente si en octubre se alcanza la
cifra maldita de los cuatro millones de parados, el personal
no va a seguir confiando, ni siquiera los más acérrimos, en
unos colores y en un mensaje que cada día parece más
agotado.
De momento, y es para saber los números y los resultados,
Galicia y Europa han puesto en la recta ruta al PP, pero el
PSOE debe saber el terreno que pisa y no arrojar la toalla.
Hay mucho camino por delante.
Y mirando hacia Europa hay otro dato que no sería prudente
pasar por alto, y es que la derecha, el centro derecha y lo
que es más llamativo la derecha-derecha, van tomando
posiciones muy sólidas en Europa, dejando de lado los
partidos socialistas o cercanos al socialismo.
Hacía tiempo que no se daba este crecimiento tan rápido en
esa dirección, y todo ello viene por dos rutas, una primera
la de la economía, donde se ha visto como corrientes de
corte socialista no hacen vivir más desahogados a sus
habitantes, y otra vía es la de tanta admisión a gentes de
fuera, con o sin papeles, que están desequilibrando las
formas de vivir y de actuar en muchos de los países, en los
que la acogida ha sido tan masiva, que ha hecho que los
propios nativos, en su propio país se vean como extraños.
A partir de aquí, y en los dos sentidos con los económico,
como punto de partida y final, Europa se está derechizando,
y ya veremos en qué límites para esta tendencia, puesto que
ya no es sólo lo que hace un par de años apuntaba Austria,
ahora, aunque más templadamente, le van siguiendo los
talones otros países, que tienen más peso y más habitantes,
además de más parados de los de su propio país.
Concluyo como empecé, las encuestas no se equivocaron, o los
encuestados fueron más sinceros en esta ocasión, de lo que
habían sido otras veces. Y es que está claro, cuando te
encuentras bloqueado las mentiras no te salen del cuerpo,
buscas el escape de la verdad, duela o no.
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