Es preferible asumir acuerdos factibles con Defensa, más
ágiles y provechosos. Así se expresaban los consejeros de
Fomento, Juan Manuel Doncel y el de Hacienda, Francisco
Márquez, al término de unas de sus últimos encuentros con el
máximo responsable del GIED (Gerencia de Infraestructuras y
Equipamientos de la Defensa). Más que hablar de un III
convenio con Defensa, la Ciuda prefería ir paso a paso como
será en el caso del interés por los espacios de los dos
acuartelamientos
La Ciudad y la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos
de la Defensa (GIED) establecieron nuevas normas en las
particulares reglas del juego establecidas con ocasión de
los dos convenios Ciudad-Defensa cuya experiencia práctica
supusieron una gran carga de burocracia administrativa y
complicaciones diversas que acabaron alargando en exceso la
culminación de ambos convenios. Es más, el segundo aún se
encuentra en su recta final teniendo en cuenta que el
primero de ellos quedó establecido hace algo más de una
década.
La voluminosa infraestructura que Defensa mantiene en Ceuta
supone un coste inmenso y una carga organizativa excesiva
que complica la operatividad de las nuevas estrategias de
Defensa. La reducción militar efectiva en Ceuta, la
reconversión práctica de los Ejércitos que se lleva a cabo
implica que el Ministerio pretenda, a falta de mayores
presupuestos, rentabilizar de algún modo su patrimonio,
muchos de ellos incardinados en la mismísima urbe de Ceuta.
La futura Base Única y la reorganización militar en esta
ciudad pinta una oportunidad clara para hacerse con espacios
favorecedores de la expansión del municipio encorsetado
ahora entre zonas de pertenencia militar y bajar así los
índices de densidad en determinadas áreas.
La Ciudad pretende hacerse con los espacios que dejan los
miles de metros cuadrados de superficie los acuartelamientos
de Fuentes Pila y del Fiscer que flanquean la subida de la
avenida Ejército Español.
Para lograr estos inmensos espacios deberá llegar a un
acuerdo válido tanto en el coste como en la forma de pago.
Precisamente la visita del jefe de la Inspección General del
Ejército, competente en gestión, coordinación y control de
infraestructuras que llega acompañado del jefe de la
Subinspección General del Ejército Sur en cuya jurisdicción
se encuentra Ceuta, servirá para exponer los deseos del
gobierno autónomo y aligerar gestiones y obstáculos para
allanar el camino hacia ese fin.
El nuevo PGOU en avance ya prevé la utilización de esos
espacios para edificación y equipamientos en tanto en cuanto
se ha readaptado las necesidades de futuro de Ceuta y, por
tanto, su mayor instrumento urbanístico, en función del
interés y previsión de Defensa de establecer la llamada Base
Única militar donde reunificar a las distintas unidades del
Ejército actualmente dispersas con distintas instalaciones
en la geografía de Ceuta.
El interés de Ceuta por los acuartelamientos y el del
Ejército y, por tanto, Defensa, de deshacerse de excesivas
cargas junto con el interés igualmente de hacer caja puede
llevar a un acuerdo por el bien general de Ceuta. Todo ello
teniendo en cuenta de que las cesiones gratuitas de terrenos
no se contemplan.
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