Con la sombra de la abstención
sobrevolando los comicios europeos que se celebran hoy,
muchos políticos deseaban ayer que el domingo viniese
marcado por la lluvia o, al menos, por el viento frío, para
lograr que un mayor número de electores se acercase hoy a
las urnas para contribuir a la elección de nuestros
representantes durante los próximos cinco años en el
Parlamento europeo. Mal augurio. Las peores previsiones
apuntan a que no sería raro que se superase el histórico
récord abstencionista de nuestra democracia del 54% y el
propio Gobierno central parece tener asumido que si el 45%
de los votantes emite su sufragio ya sería para estar
contentos. Según los expertos la abstención puede ser
descompuesta en tres partes diferenciadas: una técnica o
forzosa, una sociológica y una política. La primera hace
referencia a aquellos ciudadanos que no puden ejercer su
derecho al voto por una serie de factores como enfermedad o
discapacidad, errores del censo o lejanía del colegio
electoral. Los segundos son pequeños y prácticamente
inevitables; el primero contribuye de manera muy efectiva a
atajarlo Cruz Roja y el tercero, en Ceuta, no es excusa. Se
calcula que pesa un 10% del total de los votantes llamados a
las urnas, que hoy en Ceuta son más de 58.000 personas. La
abstención sociológica es la derivada de situaciones de
aislamiento geográfico o social, aunque también se puede
vincular al desinterés por la política. En el conjunto
nacional y local está en fase decreciente. La más
preocupante, en permanente expansión, es la abstención
activa, aquella que aglutina a quienes por desconfianza o
decepción no participan ni siquiera en situaciones en las
que el voto adquiere un significado especial, dentro de los
cuales se incluye a quienes rechazan la legitimidad del
sistema político y a quienes llegado el momento de las
elecciones, no sabe a quién votar, los llamados
‘incompetentes’ o ‘conscientemente incompetentes’. Su
crecimiento debería preocupar a todos los partidos políticos
y muy especialmente a quienes más creen en el proyecto
europeo. Por eso es importante que hoy los ceutíes
demuestren su europeísmo participando y votando a quien
prefieran. Lo más importante es lo primero.
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