La semana pasada la prensa marroquí, concretamente los
diarios TAMUDA Y ASSABAHÍA, le dedicaron al Presidente del
Partido Popular y Vicepresidente de la Ciudad Autónoma de
Ceuta, D. Pedro Gordillo, reportajes y columnas de opinión;
eso en política se agradece, preferiblemente bien, pero en
este caso había que matizar sobre el fondo de la cuestión,
ya que se trata de denuncias insostenibles, falsas y
peligrosas. Acusar al Vicepresidente de la Ciudad Autónoma
de apoyar al Tabligh de Ceuta, que según Marruecos esta rama
es simiente de terrorismo islamista o acabar con la relación
de los musulmanes de Ceuta con Marruecos, es grave.
Nada más lejos de la realidad, en primer lugar el
Vicepresidente de la Ciudad Autónoma tiene el deber de
tratar a todos los Ciudadanos por igual, independientemente
de sus ideas religiosas.
Algunos periodistas y políticos marroquíes tienen que
entender que en España tenemos una constitución que
garantiza la libertad religiosa a todos los ciudadanos,
incluidos los musulmanes de Ceuta. El Sr. Gordillo no
entiende el Tabligh o Malakita, él trata con asociaciones
religiosas existentes en la Ciudad legalizadas por el
Ministerio de Justicia.
Todas las peticiones realizadas por estas asociaciones han
encontrado por parte del Gobierno de la Ciudad, su total
apoyo en cuestiones como arreglo de las Mezquitas, apoyo
económico para actos religiosos, etc…
Sobre el polémico rezo de MUSAL-LA, la única intervención
por parte del Sr. Gordillo fue facilitar un lugar y
acondicionarlo para la realización del mismo. Teniendo el
agradecimiento de todos los que asistieron al acto, a pesar
de los comentarios que llegan de Marruecos.
Para el conocimiento de los periodistas y políticos
marroquíes la Ciudad no tiene competencias en cuestiones de
seguridad nacional; ni el Sr. Juan Vivas y el Sr. Pedro
Gordillo pueden ordenar la investigación de asociaciones ni
a sus representantes eso, es competencia del Ministerio del
Interior.
Los Musulmanes de Ceuta tienen muy claro que rezan a ALÁ y
que Ceuta no es ninguna Ciudad ocupada. Es parte del
territorio español.
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