Amenos de cuarenta y ocho horas,
para que los colegios electorales abran sus puertas, para el
asunto de las elecciones europeas, que según los entendidos
va a tener un sesenta por ciento de abstención, les recuerdo
que tienen que votar para, de esa forma poder protestar, en
el supuesto caso de que su voto no hay valido para nada.
Teniendo en cuenta esa gran abstención que se puede
producir, sólo iremos a votar un cuarenta por ciento del
electorado con derecho a voto, porque los menores de edad,
aunque pueden decidir el derecho a abortar, aún no pueden
emitir su voto por ser, precisamente, menores de edad.
Algo que si usted lo piensa bien es, totalmente, un contra
sentido que poca explicación, por no decir ninguna puede
tener. O se es mayor para tomar las propias decisiones, en
este caso el abortar, o se es menor para todos los casos
hasta cumplir la mayoría de edad. Como decía la sabia de mi
abuela “O porra dentro o porra fuera”.
La solución al asunto te ser mayor para tomar todas las
decisiones, abortar, votar, comprar tabaco y alcohol, no va
tardar mucho en que se produzca. Todo consiste, sencilla y
llanamente, en rebajar la mayoría de edad poniéndola a los
dieciséis. Los votos, son los votos queridos míos años.
Me estoy desviando del tema de las elecciones europeas, por
culpa, culpita del asunto de la decisión de los menores de
edad para poder abortar. Así que vamos a dejar las cosas
como están y vayamos al asunto que nos ha traído a escribir
este articulo que no es otro que como europeos, tenemos la
obligación de emitir nuestro voto para tener voz en Europa.
¡Anda que no es importante, tener voz en Europa!. Nadie se
puede imaginar, la de cosas que podemos conseguir, gracias a
que podamos emitir nuestra opinión allí en Brusela, donde se
reúnen todos los representantes de los distintos países
europeos, para darle a cada uno lo suyo.
Hasta el asunto del AVE, nuestro AVE, podemos explotarlo y
solucionarlo en Europa, que para eso ha enviado Obama un
representante para estudiar, in situ, cómo es ese tren y se
ha ido encantado de las excelencias del mismo. Pero…
Siempre hay un pero. Resulta que los alemanes de Alemania,
también tienen otro AVE que, sin duda alguna, intentarán
vendérselo a los americanos de América y, ahí, empezaran
nuestros problemas. ¿A quién el compraran, los americanos de
América el AVE a España o a Alemania?.
Un lugar donde podemos luchar por llevarnos el gato al agua
es en Bruselas. Por eso, precisamente, debemos tener una
buena representación en aquel lugar, personas capacitadas y
preparadas para ganarle la partida a los alemanes. Pues por
razones obvias, por mucho que sea el cariño que nos tiene
Obama, según nos cuentan y nos dicen a cada paso, a la hora
de elegir el mandatario americano ente España y Alemania, no
está la cosa tan fácil a favor nuestra.
Así que todo quisqui a votar, al que ustedes consideren que
mejor nos pueda representar en Europa. Somos “europeos”. ¿Ô
no?
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