El tercer finalista de Gran Hermano, Orlando, visitará
durante la jornada de hoy la ciudad autónoma para asistir a
una fiesta en la discoteca El Ático. El concursante confiesa
que el programa le ha dado una oportunidad para mejorar sus
calidad de vida pero recalca que no ha cambiado su forma de
ser aunque sí sus expectativas. Lo más importante en su paso
por la televisión, “ha sido romper el estereotipo de que la
gente de feria sea una gentuza” además de haber aprendido a
convivir con personas desconocidas y “conocerte más a ti
mismo”, declaró el participante.
Pregunta.- Antes de concursar en Gran Hermano, ¿a qué se
dedicaba Orlando?
Respuesta.- Yo tenía atracciones de feria para infantiles y
niños pequeños; un negocio que viene de familia.
P.- Entonces, ¿ha visitado alguna vez la feria de Ceuta?
R.- No pero tengo muchos compañeros que van todos los años y
me han contado como es aquello. En Ceuta sólo he estado una
vez haciendo compras hace seis o siete años.
P.- ¿Podría considerar su paso por Gran Hermano como otra
‘feria’ más en su vida?
R.- Ha sido la experiencia más alucinante que he vivido y no
sé si viviré. Allí, los sentimientos se valoran más, se da
mayor importancia a las cosas y el entenderte más como
persona, sobre todo, en la convivencia con más personas que
son desconocidas para ti. Estoy súper contento de haber
participado.
P.- Tras salir de la casa, ¿cómo ha afrontado las
críticas hacia su persona?
R.- Pues muy bien. Por mi forma de ser, no le he dado
importancia a las tonterías y más, cuando vas a un tipo de
programa como este en el que habrá gente que esté a tu favor
o en contra. Pero, bueno, lo llevo bastante bien porque lo
que no me interesa, lo dejo a un lado y no les hago caso.
P.- ¿Qué puertas le ha abierto Gran Hermano?
R.- Lo obvio es que la gente te conoce por la calle y me han
mostrado mucho cariño por mi forma de ser y mi participación
en el programa. Y conoces gente, entablas amistad con
personajes televisivos como, por ejemplo, con Fernando
Tejero, con el que me llevo muy bien. Cosas que eran
impensables hasta hace un año, además de conocer el mundo de
la televisión desde dentro, que no tiene nada que ver con lo
que se percibe desde fuera.
P.- Confiesa que su forma de ser personal no ha cambiado,
¿lo han hecho sus expectativas ante la vida real?
R.- Sigo siendo exactamente igual que antes pero el haber
pasado por esto te hace creer que puedes tener una
oportunidad en la vida de dedicarte a otra cosa. Aunque esto
no quiere decir que me arrepienta de la vida que llevaba
antes, de la que estoy muy orgulloso, pero si tengo la
oportunidad de hacer algo más interesante para mejorar la
calidad de vida, hay que aprovecharla. A pesar de que todos
estamos dando bandazos.
P.- ¿Te han llovido las primeras propuestas de trabajo?
R.- Si pero es secreto-bromea. Además hay un productor que
quiere que cante pero me lo tengo que pensar. Van saliendo
cosas, se van poniendo en contacto contigo y todos los días
recibo una llamada para hacer algo.
P.- Al ser un personaje público, ¿cómo se defiende ante
las intromisiones en su vida privada?
R.- He tenido la suerte de que no se han metido mucho
conmigo porque, quizás, no tenía nada que esconder y no han
inventado patrañas contra mí. El único aspecto del que sí
hablan mucho de mí es el sentimental pero es mi vida privada
y no voy a entrar en el trapo de desmentir o no, si estoy
con una persona u otra.
P.- ¿Mantiene relación con sus compañeros de la casa?
R.- Con algunos más que con otros. Con los que más, con Iván
y Chiqui.
P.- ¿Qué es lo más importante que le ha aportado Gran
Hermano?
R.- El haber roto el estereotipo de que la gente de feria es
una gentuza porque he dejado el pabellón muy alto y la
bandera de nuestro gremio. Me siento orgulloso de que esa
gente que ha confiado se haya visto recompensada. Y para mi
familia ha sido aire fresco por la racha pasada, por lo
menos, un alivio durante algunos meses.
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