Si existe algo importante en la vida de un policía, es tener
la posibilidad de salvar una vida, aunque sea como paisano.
Eso fué lo que el pasado fin de semana les pasó a los
policías locales Ángel David Heredia y José García. El
primero con diez años de servicio en el cuerpo a sus
espaldas. El segundo, con más de una treintena. Para ambos
fue la primera vida que salvaban. La de un niño de cinco
años que apareció flotando en el agua cuando ambos
disfrutaban de un día de descanso en el Chorrillo.
“De pronto el niño con el que jugaba a la altura del primer
espigón de la playa, me avisó de que había otro niño que no
se movía”, explica Ángel David. “Me acerqué a él y estaba
medio sumergido en el agua a pocos metros, ya morado,
echando espuma por la boca y con los ojos en blanco... para
mí estaba prácticamente muerto”. Ya en la orilla, su
compañero Jose que había ido a pasar junto a él el día
libre, comenzó a realizarle los primeros auxilios para
mantenerle el poco pulso que conservaba. “Hasta que llegó
una ATS y ella se ocupó mientras seguíamos esperando a los
servicios de emergencia”. Todo pasó muy rápido. “La gente
comenzó a arremolinarse y fuimos procurando que dejaran
sitio para que la ATS continuara con la reanimación
cardiorespiratoria hasta que llegó el ambulancia”, explica
uno de los policías. El padre del menor estaba aterrorizado
y tuvo que ser trasladado también al hospital del Ingesa en
un estado de nervios muy fuerte. Al parecer tenía a varios
niños a su cargo y un momento de despiste jugó una mala
pasada o quizá un corte de digestión provocara el malestar
del niño cuando estaba bañándose en el mar.
Todo fueron conjeturas en torno a un accidente que podría
haber sido mortal. “El niño volvió a vivir, eso está claro”,
afirmaron los policías coonvertidos en héroes por un día.
Sucedía pasadas las 13:00 horas y aún llegó al hospital en
estado semiinconsciente. Para el agente con más de 30 años
de servicio en el cuerpo, fue un día inolvidable. “Nunca
había salvado una vida. Un hombre murió en mis brazos al
intentar salvarlo pero fue demasiado tarde. Aún no lo he
olvidado pero tampoco olvidaré a ese niño”.
El galón del mérito
Su coraje, algo que ellos consideran “absolutamente normal”
y que haría “cualquier persona en nuestra situación”, será
premiado por el Cuerpo con la entrega del Galón del Mérito.
“Es una manera de felicitarle por un acto heroico ya que
salvar vidas es lo más importante para nosotros”, explicó el
superintendente de la Policía Local de Ceuta, Ángel Gómez.
Una recompensa merecida y que el consejero de Gobernación,
José Antonio Rodríguez también ha querido entregar a los
policías por ser “ejemplo para la ciudadanía”.
Gómez resaltó la importancia de este tipo de actos que no
hacen otra cosa que ennoblecer el cuerpo policial. Tanto
ángel como Jose, agradecen el gesto pero no creen que su
auxilio merezca ser reconocido. Modestia aparte, han logrado
recuperar al menos por un día, el anhelo de la legendaria
Bette Davis que echaba de menos “aquellos años felices en
que aún seguían existiendo héroes”. Ceuta tuvo los suyos
esta semana.
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