Para que no hay duda alguna,
empezaremos diciendo que no soy rociero aunque, a decir
verdad, no se mentir, he colaborado en varias ocasiones con
la Hermandad del Rocío de Ceuta. Y la mencionada Hermandad,
supo agradecer esa colaboración con un reconocimiento en el
transcurso de una cena a la que fui invitado.
Pero sin ser rociero siento una gran satisfacción cuando
alguna “telemierda” mete la cara en polvos talcos por no
decir, que mete la cara en eso que están ustedes pensando.
Últimamente es que me he vuelto my fino, sobre todo después
de escuchar a la intelectual, Belén Esteban, hablar en todas
las tertulias habidas y por haber de esa clase de programas
donde, como en las películas, cualquier parecido con la
cultura es pura o mera coincidencia.
Y en el programa emitido por “La Noria”, este pasado fin de
semana, me llevé una gran satisfacción, comprobando que pese
a los enormes esfuerzos del presentador del programa, en el
que se trataba de denigrar al Rocío, su gozo fue un pozo,
pues los encargados de su realización, no tuvieron mejor
idea, que sentar a la mesa del debate a una mayoría de
rocieros, que se “merendaron” a la ex señora de Santana y a
Cuca García Vinuesa, que eran la encargadas de decir que
aquello, más o menos, era una fiesta para empinar le codo y
lo que no era empinar el codo. O sea, con claridad
meridiana, que había de todo como en botica.
Para reforzar sus opiniones, con antelación la segunda de
abordo del programa nos enseña unas imágenes donde se
dejaban tiradas las basuras, con lo que quería demostrar que
aquello no era más que uno de esos tantos botellones que se
realizan en cualquier lugar de España.
Y ahí entra la primera metedura de pata, pues siempre que
ponen las imágenes del contenedor con la basura por fuera,
es el mismo contenedor. Qué pasa, qué nada más que hay un
sólo contenedor. Sois malillos preparando el programa.
Después le toca el turno a enseñarnos unas imágenes de
alguien que dice que allí, ni te cuento la cantidad de
drogas que se consumen. Y vuelve a pasar la misma historia,
en todas las secuencias sale el mismo personaje, contando la
misma historia sobre las drogas.
Vamos cómo si para consumir drogas, se tuviese que ir al
Rocío cuando, desgraciadamente, son fáciles de encontrar en
cualquier lugar incluso, en ocasiones, hasta en las puertas
de los colegios.
Y para rematar la faena, las dos participantes que tenían
que poner a parir al personal rociero, confunden una romería
con una peregrinación. Señoras mías, el Rocío es una
romería. Una peregrinación es la que se hace a Fátima o a
Lourdes.
Ni entro ni salgo en el asunto, pero en una romería hay
momentos de ocio y otros, como es el caso del Rocío de fe,
donde se reza un rosario cada día. Naturalmente que puede
quienes sólo lo tomen como una fiesta, pero son muchísimos
más los que lo toman como un acto de fe a la Blanca Paloma.
Personas que de verdad lo siente, que lloran y que canta a
la virgen, porque cantando, el que sea creyente, también es
una forma de rezar. Aquí diría mi abuela, de haber visto el
programa.”Ir por lana y salir trasquilado”.
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