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La nueva centralita de llamadas de emergencia, conocida como
Sala 112, ha contado con una buena acogida entre los
ciudadanos a juzgar por las cifras que registra en sus
primeros días de funcionamiento. Desde que se puso en marcha
esta nueva infraestructura en el Parque de Bomberos, la Sala
112 recibe un promedio diario de 593 llamadas entre el
antiguo teléfono 092, dedicado a la Policía Local, y el 112,
destinado a unificar en un futuro todos los números de los
cuerpos de seguridad y emergencia.
Según explicó a MELILLA HOY el consejero de Seguridad
Ciudadana, Ramón Antón, el primer día de funcionamiento de
la Sala 112, el 13 de mayo, se registraron 350 llamadas. El
día de mayor actividad fue el 21 de mayo, con 885 llamadas
de emergencia en un solo día.
De ellas, la mayoría sigue siendo de personas que llaman al
092, frente a una minoría que marca en su teléfono el 112.
En breve estará disponible también el 080 de los Bomberos.
“El éxito de la Sala 112 está a la vista de estos
resultados”, subrayó satisfecho Antón, quien recordó que
todavía no ha finalizado la instalación de esta
infraestructura. De hecho, aún quedan unos últimos detalles
de la primera fase del proyecto, y ejecutar la segunda y
tercera próximamente.
No obstante, Antón mostró su preocupación por el mal uso que
a este servicio básico le están dando algunos ciudadanos, la
mayoría originarios del país vecino. Según el consejero,
prácticamente la mitad de las llamadas diarias son de
marroquíes que se dedican a insultar y lanzar improperios
contra los funcionarios encargados de atender las llamadas
aprovechando la gratuidad de la llamada, lo que provoca en
muchas ocasiones un colapso de las líneas de emergencia para
los melillenses que puedan necesitar una atención inmediata.
Ante estas “llamadas maliciosas”, la Consejería de Seguridad
Ciudadana está estudiando si es posible, desde el punto de
vista legal, instalar algún sistema en la centralita para
detectar las llamadas que provengan de Marruecos por su
prefijo internacional y desviarlas a una “línea muerta”, con
el objeto de no colapsar la Sala 112.
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