La actividad del Registro Civil se vio ayer ralentizada como
consecuencia de un fallo informático de la red que se
encarga de las expediciones de tramitaciones de nacimientos,
matrimonios y defunciones, y la ausencia de dos
funcionarios, lo que produjo una larga cola de más de 70
ciudadanos que se agolparon a la entrada del edificio de los
juzgados.
Desde tempranas horas de la mañana de ayer, más de setenta
ceutíes que esperaban los servicios del Registro Civil, se
agolparon ante las puertas del edificio judicial cuando en
condiciones normales cada uno de los 150 ciudadanos que
pasan por allí cada día son atendidos en una media de diez
minutos y ayer, se triplicaba el tiempo.
Al parecer, un fallo en el sistema informático que realiza
las expediciones de certificaciones de nacimientos,
matrimonios y defunciones “no funcionaba al cien por cien ya
que se estaba ralentizando”, informó Jacinto León,
responsable de Justicia de Comisiones Obreras (CCOO). Otro
de los problemas fue la ausencia de dos de los ocho
funcionarios que se ocupan del Registro Civil que, durante
quince días, acudirán a un curso de formación permitido
según la ley, claro que el servicio se aminoró perjudicando
al ciudadano así como al resto de trabajadores que tuvieron
que doblar sus esfuerzos. “Estoy de acuerdo con que se forme
a la gente pero lo que procede es que la Administración
mande a dos sustitutos para que el servicio al ciudadano no
quede deteriorado”, argumentó Jacinto León, responsable de
Justicia de Comisiones Obreras (CCOO).
Expediciones de certificaciones, inscripciones, libros de
familia, tramitaciones de matrimonios civiles y de
nacionalidad son algunas de las funciones que se recogen
dentro del trabajo diario del Registro Civil y “si se añade
que otros funcionarios se ponen malos y se suman a los dos
ausentes, pues todo no es posible”, concluyó León.
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