A veinticuatro horas de su segundo debate con su homólogo
del PP, Jaime Mayor Oreja, el líder de la candidatura del
PSOE a las elecciones europeas del próximo domingo, Juan
Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961)
hizo ayer un alto en su apretada agenda de campaña para
hablar de Ceuta y de Melilla y de los compromisos de su
partido con ambas ciudades en la Unión Europea. Canario, el
ex ministro de Justicia conoce muy de cerca las
particularidades que comparten su comunidad de origen, que
ya siguió hace años el camino que ahora parece emprender la
ciudad para integrarse en la Unión Europea, con Ceuta y
Melilla y asegura que aprovechará la “flexibilidad” de la
Unión en su beneficio.
Pregunta.- ¿A qué atribuye el alto índice de abstención que
sistemáticamente se registra en España en los comicios
europeos?
R.- Probablemente se debe a que no elegimos un Gobierno
propiamente dicho, y el equilibrio institucional europeo,
con la Comisión, el Consejo y el Parlamento, resulta más
abstracto y complejo que las instituciones nacionales.
Quizás también a que la Unión Europea no se explica bien. Y
sin embargo, son instituciones importantísimas, ya que casi
el 80% de nuestras leyes tienen su origen en Europa. En el
Parlamento Europeo se deciden muchos aspectos básicos de la
vida diaria de la gente, y serán aún más en la próxima
legislatura con la reforma que va a entrar en vigor. Yo le
digo a la gente: si tú no decides, otros decidirán por ti.
Si tú no votas por la Europa que quieres, otros decidirán la
Europa que temes. Por eso cada voto es importante.
P.- Cuando se presentó a la Presidencia del Gobierno
canario se planteó tres objetivos: “recuperar la política
para la ciudadanía, reforzar la identidad canaria como una
marca de prestigio y asegurar la limpieza de las reglas de
juego para que Canarias haga bien su trabajo en la España
plural, en Europa y en el mundo”. ¿Con qué propósitos se
presenta ahora a estas elecciones?
R.- Las propuestas se centran en lo más importante ahora
mismo, que es sentar las bases para la recuperación del
crecimiento económico, pero esta vez un crecimiento
sostenible basado en la investigación y el conocimiento, no
en el ladrillo. Queremos un crecimiento inteligente que
además mantenga el modelo social. No estamos dispuestos a
renunciar a los derechos sociales, como quiere la derecha.
Los trabajadores no han causado la crisis y no deben ser
quienes paguen su factura. Queremos trabajar con nuestros
socios europeos para fomentar la inversión pública,
garantizar la regulación de los mercados financieros
internacionales, acabar con los paraísos fiscales, invertir
en educación. Y mientras salimos de la crisis, proteger a
los más desfavorecidos. Lo que queremos es llevar a Europa
los valores de solidaridad, justicia e igualdad que
sustentan el proyecto político socialista en España.
P.- Sabemos lo que ha hecho Europa por España y por Ceuta
durante los últimos años pero, ¿qué puede hacer España por
Europa? ¿Cuál puede o debe ser nuestra aportación, nuestro
papel, en la Unión ? ¿Y el de Ceuta?
R.- Europa necesita un liderazgo fuerte que marque el rumbo
hacia un nuevo orden global que evite abusos de
especuladores y garantice una regulación de los mercados
financieros. Y en ese núcleo de vanguardia está, porque le
corresponde, España. Nuestro país, con el Gobierno de
Rodríguez Zapatero, ha dado ejemplo de respeto al derecho
internacional, de confianza en el multilateralismo. Nuestro
compromiso en frentes tan importantes como la lucha contra
todo tipo de terrorismo, la estrategia contra el cambio
climático y la desertización, y la gestión de los flujos
migratorios, nos convierte en un socio al que se escucha con
atención en los foros internacionales. Y Ceuta es emblema de
una de las iniciativas españolas que ha hecho suya Naciones
Unidas: la Alianza de Civilizaciones. Porque aquí conocéis
qué es la convivencia, el pluralismo, el respeto a la
diferencia y a las creencias del otro. El Parlamento Europeo
dedicó el 2008 al diálogo intercultural, que es una
dimensión permanente de las relaciones exteriores de la UE,
y cada vez más de la política interna, porque hay que
integrar, convivir en pluralidad, y ahí Ceuta y Melilla son
ciudades con una larga experiencia.
P.- ¿Usted cree que sería viable que Ceuta y Melilla
fuesen polos de gestión o influencia de Europa (en todos los
sentidos: inversión, cooperación, conexión intercultural,
inmigración...) en el continente africano, especialmente
hacia nuestro entorno más cercano, Marruecos y el Magreb?
R.- Yo diría que de hecho ambas ciudades ya son un puente
entre la UE continental y el Norte de África, con los
efectos positivos y negativos que esto conlleva. Nadie como
los ceutíes o los melillenses conocen la realidad del Magreb
y la riqueza cultural de la vida de frontera, pero también
constituyen la frontera exterior de la Unión en primera
línea para recibir el impacto de la inmigración irregular,
con el drama humano que conlleva. Lo sé bien porque vivimos
una situación similar en Canarias. Desde luego es un lugar
privilegiado para fomentar esa relación con la orilla sur
del Mediterráneo y con el África subsahariana que tanto nos
interesa.
Las “particularidades” de Ceuta
P.- Usted es canario, una región que sí está catalogada
como ultraperiférica. El PP ha incluido en su programa
electoral la reivindicación de que Ceuta también sea
considerada como tal, algo aparentemente imposible a la luz
de lo previsto en el Tratado de Amsterdam. ¿Qué propone el
PSOE para que la Unión atienda las particularidades de una
ciudad como esta?
R.- Ceuta se encuentra en una situación muy peculiar, y hay
que estudiar en profundidad cuál es la mejor solución para
la ciudad autónoma. El presidente Vivas ha planteado que en
un futuro próximo Ceuta pueda integrarse en la Unión
Aduanera de la UE , de la que quedó excluida por voluntad
propia cuando España ingresó en las comunidades europeas.
Aunque en buena medida este periodo de reflexión viene
determinado por el desmantelamiento arancelario de Marruecos
con la UE previsto para 2012, podría ser un paso positivo
para la ciudad, porque será más europea, participará más de
la Unión. Además, será la ocasión para normalizar la
frontera del Tarajal y convertirla en frontera comercial.
Corresponde a la ciudad autónoma solicitarlo al Gobierno, y
a éste analizar la mejor forma de renovar la relación de
Ceuta con la UE. Los socialistas nos comprometemos a
estudiar una estrategia clara que contemple el mejor régimen
fiscal, los mejores incentivos comerciales y de inversión
para la ciudad. Pero la UE es lo suficientemente flexible e
imaginativa como para encontrar respuestas a la situación
peculiar de cada región.
P.- La candidata ceutí Izaskun Bernal, que ocupa el
número 34 en su lista, ha hablado del epíteto ‘región
fronteriza alejada’ como un posible encaje para espacios
como Ceuta que le permitiría recibir fondos específicos. ¿El
PSOE ha explorado esa vía? ¿Cree que sería factible?
R.- Izaskun conoce la flexibilidad de la UE para encontrar
una solución que se adapte a cada necesidad. Seguro que hay
fórmulas que se adaptan a Ceuta, el nombre es lo de menos.
Por lo pronto defenderemos que se garantice el Régimen
Económico y Fiscal (REF) de Ceuta y Melilla que ya existe, y
en ese plan integral del que le hablo para la nueva
situación de la ciudad, veremos cómo mejor encajarla en la
UE para beneficio de los ceutíes.
P.- El PP parece presentar estas elecciones, y así se lo
han reprochado compañeros socialistas, como unas primarias
de las próximas generales. ¿Siente esa presión sobre sus
espaldas?
R.- No, no siento más presión que la de responder ante el
electorado por nuestro programa para Europa, que es lo que
votamos el día 7. Y además estoy convencido de que
obtendremos un buen resultado. Por otra parte, es lógico que
el PP juegue a la confusión y mezcle todos los temas. Tenga
en cuenta que ellos acaban de perder, por segunda vez y con
el mismo líder, unas elecciones generales. Es la última
oportunidad de Rajoy de afianzar su liderazgo y por eso
juega al desgaste del Gobierno socialista. Pero a nosotros,
que tenemos una responsabilidad de gestión en España y que
pronto asumiremos la presidencia de turno de la Unión
Europea , nos corresponde presentar propuestas concretas.
P.- ¿Cree que España está preparada para pasar de ser un
país receptor de fondos europeos a un país que aporte más de
lo que perciba? ¿Nuestro europeísmo está asentado en la
esencia de nuestra sociedad o percibe el riesgo de que sólo
sea de índole económico, que habrá que pasar esa prueba de
fuego?
R.- Estamos preparados para asumir nuestra responsabilidad,
porque España es una historia de éxito de los fondos
europeos. Gracias a los fondos que hemos recibido durante 20
años, nuestro país se ha modernizado y nuestras comunidades
autónomas van alcanzando la renta media de la UE. Eso debe
alegrarnos. Contribuir a que otros países que han entrado
más tarde sigan la misma senda de éxito forma parte de la
solidaridad, uno de los pilares de la construcción europea.
De todos modos, no dejaremos de recibir ayudas, lo que
ocurre es que con la modernización de nuestra economía vamos
necesitando menos fondos estructurales y más fondos
tecnológicos y de investigación.
P.- Hace días, en Ceuta, Luis Yáñez nos decía que Europa
es “un ente”. ¿Cómo describiría usted a la Unión Europea ?
¿Cómo la ve dentro de diez años? ¿Será capaz de tener una
voz única y fuerte ante el mundo? ¿Cuál es su apuesta al
respecto?
R.- Los politólogos la definen como una organización “sui
generis” en las relaciones internacionales, pero decir
“ente” me parece demasiado abstracto. Yo la definiría como
una comunidad de valores, un espacio de paz, libertad,
convivencia y pluralidad en que los europeos y europeas
compartimos nuestra soberanía por voluntad propia. Es, sin
duda, el experimento político más arriesgado y exitoso del
último siglo, que muchas regiones del mundo envidian y
tratan de imitar.
|