La Asamblea de Melilla celebró ayer el décimo Pleno de
Control de esta legislatura, uno de los más tensos de los
últimos meses, que estuvo marcado por los duros reproches
que se lanzaron mutuamente el Gobierno y la oposición,
llegando incluso al ámbito personal y profesional en el caso
de algunos de los diputados. A este respecto hay que
destacar que las casi cinco horas durante las que se
prolongó la sesión plenaria sirvieron para que ambos bandos
escenificaran sus habituales desencuentros, agudizando aún
más el ‘divorcio’ existentes entre ambas partes.
Con la campaña electoral al Parlamento Europeo como telón de
fondo, Gobierno y oposición mantuvieron un intenso debate
desde el inicio del Pleno de Control, en el que, a
diferencia de la sesión anterior celebrada en marzo, sí
fueron admitidas todas las iniciativas parlamentarias
presentadas por PSOE y CPM. Como siempre, el turno de
preguntas fue el que generó más controversia, aunque también
hubo momentos de tensión en el debate de las
interpelaciones, en el que empezaron los primeros cruces de
reproches y acusaciones.
Rivas
La presidenta de la Cámara, Cristina Rivas, tuvo un especial
protagonismo durante la sesión, ya que se vio obligada a
intervenir repetidamente para intentar moderar el debate.
A este respecto hay que destacar que esto le valió las
críticas de PSOE y CPM, cuyos diputados reivindicaron la
oportunidad de poder expresar su discurso sin
interrupciones, especialmente en el momento de las
repreguntas. También hubo diferencia de criterios incluso en
la interpretación del Reglamento de la Asamblea.
Las llamadas al orden fueron otra constante. El presidente
de CPM, Mustafa Aberchán, se llevó cuatro y a punto estuvo
de sufrir la expulsión del Pleno de Control, ya que Rivas lo
amenazó con “aplicar el Reglamento de la Asamblea” si no
obedecía a sus órdenes como presidenta. Los diputados
socialistas Dionisio Muñoz y Celia Sarompas también se
llevaron dos llamadas al orden cada uno, mientras que
algunos escaños populares, como Antonio Miranda y Abdelmalik
El Barkani, fueron abroncados por Rivas por hablar fuera de
su turno de palabra.
Tensión
También destacar que la crisis económica y la religión
fueron los asuntos a los que más tiempo dedicaron los tres
grupos parlamentarios por abarcar varias de las iniciativas,
aunque también hubo otros temas de actualidad que generaron
una agria polémica.
El debate plenario transcurrió en algunos momentos entre
gritos, acusaciones y alusiones a presuntas contrataciones
públicas influenciadas por la relación familiar de algunos
diputados de PP y PSOE.
También hay que destacar que ese fue sin duda el momento de
mayor tensión de la mañana en el Salón de Plenos, en la que
también hubo minutos para recordar viejos temas como los
vídeos electorales de CPM, la revista ‘Transparencia’ de
esta formación política, la guerra de Irak, querellas entre
diputados, supuestas relaciones con el franquismo, e incluso
registros domiciliarios.
Todo ello aderezado, una vez más, por los fallos de los
micrófonos, que desesperaron a algún diputado e incluso
despertaron la ironía en Mustafa Aberchán, quien se mostró
esperanzado de que el segundo cable submarino de fibra
óptica logre solucionar los continuos problemas que presenta
el sistema de megafonía en cada pleno.
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