Suenan los acordes del toque de diana, el cuerpo poco a poco
empieza a desentumecerse, los primeros rayos de sol rompen
en el horizonte, un día duro acaba de empezar….
Sin el buen gobierno de las tripas, no se puede llevar el
fuerte peso de las armas… un desayuno completo es la base
para afrontar un duro día de instrucción, a continuación, y
después de recoger el equipo, poco a poco empieza el goteo
de hombres y mujeres en torno al mástil.
Las Baterías están formadas, las novedades dadas, el
silencio se funde con la bruma de la mañana, se acerca el
piquete, el sol se asoma para saludar a la Bandera, los
acordes de la corneta entonan el Himno Nacional, durante un
minuto, un pellizco se nos coge en el corazón, el acto
solemne concluye, la Bandera está izada, la instrucción
comienza.
El Jefe de la Sección ultima los detalles del tiro en la
primera reunión de la mañana, las instrucciones están dadas,
los cometidos claros, en breve comenzaremos la marcha al
campo de tiro.
A lo lejos, el campo de tiro, el cuerpo empieza a tensarse,
las palabras empiezan a escasear, un sentimiento de
responsabilidad nos invade, el momento ha llegado.
El Jefe de Pelotón me da el “OK”, hay que recoger la
munición. El misil nos espera, con calma y precisión doy las
instrucciones para el transporte, la seguridad es lo
primero. Al llegar al asentamiento todo es mecánico, la
Artillera Olmedo se sube a la plataforma y monta el puesto
de tiro, el Artillero Bachir, mi Jefe de Pieza, municiona el
misil mientras yo, Jefe de Equipo, compruebo las
trasmisiones y enlazo con el Puesto de Mando .
El silencio se hace presente, las palabras sobran, la
tensión aparece, la megafonía anuncia el inminente disparo,
el avión esta en el aire….
Inicio la secuencia de disparo, la tiradora, con templaza,
activa la pila refrigerante, la línea de no retorno se ha
sobrepasado….la adrenalina satura nuestras venas, la sangre
española se hace notar, el jefe de pieza identifica el
objetivo y acondiciona a la tiradora para la secuencia, las
voces enérgicas de los soldados martillean el silencio y las
miradas se agudizan… todo esta listo!!!
La respiración se detiene durante unos instantes cuando
autorizo el lanzamiento, unos segundos de incertidumbre y el
tiempo se detiene…. hasta que rompiendo el horizonte avanza
el misil en busca de su presa.
Todo un éxito, el avión ha sido derribado, la alegría se
hace latente, todo ha salido según lo previsto, el Equipo ha
funcionado como una sola persona.
Nos disponemos a dejar el asentamiento y nos dirigimos al
punto de reunión, los compañeros de nuestra Sección nos
reciben entre aplausos, el Capitán, la Teniente y nuestro
Alférez nos dan una palmada en la espalda, la satisfacción
del deber cumplido nos invade, todo ha salido bien.
El triunfo del trabajo en equipo, de la dura instrucción, de
la constancia, de la planificación y de la gran calidad
humana de nuestro Ejército, se ha hecho latente, un
sentimiento de orgullo nos recorre, orgullo de ser español.
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