En rueda de prensa, el portavoz del Gobierno de Melilla,
Daniel Conesa, anunció ayer la intención de la Ciudad
Autónoma de sumarse al Plan 2000E anunciado por Zapatero, a
pesar de que hace diez días advirtió de que no había
presupuesto en las arcas municipales para financiar la
aportación autonómica de 500 euros por vehículo.
Conesa justificó la nueva decisión de la Ciudad Autónoma al
subrayar que “no queremos que los melillenses tengan menos
derechos a la hora de comprar un coche que el resto de
ciudadanos de España”. Por lo tanto, “desde un punto de
vista responsable, aun haciendo todas las críticas que
tengamos que hacer, nos vamos a sumar” al Plan 2000E del
Gobierno socialista, manifestó.
El portavoz anunció que la Ciudad Autónoma de Melilla se va
a sumar al Plan 2000E sin condicionantes, aunque consideró
que “lo normal es que, dado que no tenemos los ingresos del
impuesto de circulación para soportar esto, el Estado nos
compense con otras cosas”.
Para ello, la Ciudad Autónoma propuso el pasado lunes en la
Conferencia Sectorial convocada por el Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio que el Estado le transfiera
las tasas de juego, que actualmente gestiona la
Administración local, aunque no las recauda porque se
ingresan a las arcas estatales, lo que permitiría “compensar
nuestra participación” en el Plan 2000E.
Si la respuesta es negativa “nos tendremos que aguantar”,
comentó Conesa, quien avanzó que la Ciudad Autónoma está
estudiando qué partida presupuestaria utilizar para obtener
los fondos necesarios para financiar los 500 euros que
deberá aportar por cada coche que se compre en la ciudad.
Críticas
Asimismo, el portavoz criticó la “improvisación” y la
“chapuza” del Ejecutivo central a la hora de poner en marcha
estas ayudas a la compra de coches, cuya efectividad puso en
duda al afirmar que “no nos parece la medida más adecuada
para el fomento de la actividad de la venta de automóviles”.
Además, advirtió de los previsibles problemas que pueden
darse a la hora de aplicar estas ayudas de 2.000 euros por
la compra de coches, dada la “confusión” que existe en torno
a la aplicación informática que se empleará para efectuar la
bonificación, lo que va a provocar que “hasta dentro de dos
o tres meses, ningún comprador cobrará esa ayuda”.
Asimismo, se preguntó cómo se controlará la limitación de
200.000 vehículos a la que está sujeto el Plan 2000E, ya
que, según dijo, no se ha especificado si ese número se
distribuirá de manera proporcional por provincias en función
de la población o el parque móvil, o bien se va a poner “un
contador en la web del Ministerio de Industria”.
Por último, rechazó las críticas lanzadas desde el PSME-PSOE,
partido al que reprochó su “precipitación basada en la
manipulación, como nos tiene acostumbrados”.
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