Si en las Antípodas se constipan,
en el Norte del Hemisferio estornudamos. Y viceversa. Con la
economía y a lomos de la globalización pasa algo parecido.
Salaheddine Mezzouar, ministro de Economía y Hacienda
marroquí, advertía estos días que en el primer trimestre de
este año las remesas enviadas por los emigrantes habían
descendido un 15,5%, esperándose a lo largo del año una
merma media de transferencias por un porcentaje similar, con
lo que dejarían de entrar en el país una cantidad
equivalente a los 40.000 millones de euros. Una pasta gansa
en Marruecos. La cosa no es de broma, pues las divisas
remitidas por los emigrantes, los famosos MRE (Marroquíes
Residentes en el Extranjero cuyo número ronda los cuatro
millones), suponen la principal aportación de capital
extranjero a la economía del Reino. Y con la crisis en
Europa aun sin tocar fondo (solo en España residen más de un
millón de marroquíes), cabe esperar que la situación aun se
complique más. Les doy un detalle significativo: las
antiguas colas en los consulados de España en Marruecos, en
busca de un visado de trabajo, han pasado a la historia: los
marroquíes ya saben que, ahora precisamente, no es el mejor
momento para plantearse mejorar las condiciones de vida
desplazándose a nuestro país.
En cuanto a la tragedia de las dos porteadoras en el Biutz,
como les advertía al día siguiente del deceso las cosas se
han ido complicando: por un lado la “Asociación de
Empresarios de El Tarajal” no ha podido asumir por ausencia
de liquidez el oneroso gasto de los ataúdes y el traslado
hasta la frontera, unos 7.000 euros, gasto del que
finalmente se ha hecho cargo con rapidez de reflejos la
Ciudad Autónoma; en descargo de los empresarios de El
Tarajal, señalemos que los fondos en caja (alrededor de
4.000 euros me comentan) han sido distribuidos a las
familias de las dos porteadores fallecidas, Zohra y Boussra.
¿Qué ocurrió esa fatídica mañana en El Biutz…?. Pues bien,
tras las declaraciones de otra porteadora (Laila El Aissati,
con CIN L272684) a un medio local, las autoridades españolas
parece que le habrían prohibido la entrada en la ciudad,
llevando a ésta a interponer una denuncia en la comisaría
marroquí de Bab Sebta, sita en El Tarajal, en la que habría
especificado su intención de declarar (junto a otros
testigos como les adelanté también) ante un juez español,
pues según ella la avalancha se habría desencadenado al
intentar agilizar el paso un policía español desde lo alto
de la escalera, mientras otro abajo mantenía la puerta
cerrada… ¿Fallo humano, problema de coordinación…?. Lo
terrible es lo que afirma Laila El Aissati: “Zhora estaba
viva, abajo, esperando… Si la hubieran dejado pasar no
habría muerto”. Recordemos que en la tragedia hubo otras
porteadoras heridas, además de cuatro agentes de la policía
nacional con heridas de diferente consideración. Esto es lo
que hay.
En Martil por cierto está dando de que hablar la provocadora
pintada, con la aviesa intención de atribuirla al grupo
político del alcalde, que ni corta ni perezosa expone.
“Alláh, Watan, Achboum”, parodiando con muy poca gracia la
consigna oficial marroquí similar, en continente y
contenido, al famoso grito de guerra de los insurgentes
carlistas: “Dios, Patria y Rey”. Según parece el “pintor” ya
ha sido identificado, esperándose en breve algunas
detenciones. Ya les iré comentando o cuando menos, ya saben,
levantando acta. Que ustedes, estimados lectores, ya son
mayorcitos para opinar.
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