El temporal no pudo con la ilusión de los rocieros ceutíes y
finalmente la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Ceuta
ya está en marcha. Por caminos y veredas, la carreta de la
alegría, cantará hasta enronquecer. Esperando jubilosa, un
año más, la cita con la Madre de las Marismas.
Muchas han sido las personas que este año, por diversos
motivos no pueden acompañar a la Hermandad, aunque tal y
como dejaron constancia ayer los hermanos rocieros y el
director espiritual de la Hermandad, en el Rocío no sólo
están los que peregrinan hasta allí sino también todos
aquellos que no pueden acudir, ya que esos llevan grabados
en sus corazones a su Virgen del Rocío.
Pasados unos minutos de las 9.30 horas la Hermandad de
Nuestra Señora del Rocío de Ceuta inició en la Iglesia de
Santa Teresa, la Misa de Romeros, un acto donde estuvo
presente gran parte de la población de Ceuta, la cual no
quiso perderse este acontecimiento y estuvo acompañando a la
hermandad hasta el momento de partir hacia la aldea
almonteña.
La Misa fue concelebrada por el padre David Gutiérrez,
párroco de la Iglesia de Santa Teresa y director espiritual
de la Hermandad del Rocío de Ceuta y el párroco de San Juan
de Dios, el padre Francisco Jesús Fernández Alcedo.
El coro de la Hermandad, durante el transcursso de la Misa
entonó bonitas canciones rocieras que emocionaron en algunos
momentos a las personas allí presentes.
Durante la Misa la magnífica carreta permanecía ante la
Residencia de Mayores de Nuestra Señora de África, y una vez
finalizada la misma, el ‘Simpecao’, portado por uno de los
hermanos rocieros y arropado por el resto, fue llevado hasta
donde se encontraba la carreta para que fuera entronizado en
la misma y posteriormente realizar su procesionar por las
calles ceutíes hasta el puerto ceutí, donde la Hermandad
caballa embarcó para partir hacia Algeciras.
Uno de los momentos más emotivos volvió a ser la visita que
hicieron todos los rocieros a la Residencia de Mayores
Nuestra Señora de África, donde se acercaron para despedirse
de ellos y cantarles algunas sevillanas, pese al desapacible
tiempo reinante. Tras esos emotivos minutos, agradecido por
nuestros mayores con aplausos y alguna que otra lágrima, la
comitiva y la carreta portando el Simpecado continuaron su
caminar, pasando por la Capilla de Madre de Dios de la Palma
y San Bernabé donde un amplio grupo de jóvenes de los
colegios San Daniel y Vicente Aleixandre les estaban
esperando junto a la junta de gobierno de la Pollinica.
Fue allí donde la junta de gobierno del Rocío hizo entrega
de los premios del concurso de pintura realizado meses
atrás.
Posteriormente se continuó con el procesionar poniendo rumbo
a la Casa de Hermandad de Medinaceli, los Jardines de la
República Argentina (donde se rezó el Ángelus), Paseo de las
Palmeras, Alcalde Sánchez Prado, Plaza de África, Santuario
de Nuestra Patrona y desde allí al puerto.
Como es tradicional, la Ciudad, la Comandancia General y la
Cofradía de África entregaron a los rocieros unas bonitas
cestas de flores para que estas acompañen al Simpecado
durante su peregrinar hasta Almonte.
Posteriormente, los rocieros se despidieron de la Patrona de
Ceuta pidiéndole su amparo para una buena peregrinación y un
buen regreso a nuestra ciudad.
Durante el transcurrir de la carreta y la Hermandad de
Nuestra Señora del Rocío de Ceuta camino del Puerto, se iba
abriendo paso con el tradicional sonido de los cohetes
estallando en el encapotado cielo caballa de ayer, mientras
la población de Ceuta salía a despedir a la Hermandad y a
desearle un buen peregrinar hacia la aldea de Almonte,
mientras el coro de la Hermandad y el resto de los hermanos
entonaban las típicas canciones rocieras acompañadas de las
palmas.
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