La matrona Dolores Aguilera evidenció ayer las dificultades
que tienen las mujeres marroquíes desplazadas a territorio
ceutí a dar a luz para desarrollar el alumbramiento bajo el
denominado parto normal. La clave reside en que la mayoría
no han recibido un tratamiento especializado anterior al
parto. Esta reflexión tuvo cabida ayer en el inicio de las
primeras jornadas ceutíes del parto normal.
Durante los últimos 6 meses de 2008 el 22% de los partos
terminó en cesárea. Más cerca en el tiempo, en abril pasado
las matronas del hospital atendieron 40 embarazos no
controlados a mujeres marroquíes de los que 12 acabaron en
cesárea.
Ceuta es, junto a Melilla, la autonomía con una mayor índice
de natalidad. No obstante los registros indican que la
ciudad autónoma ha visto reducido el nivel de incremento
poblacional. Ceuta y Melilla son las ciudades con más hijos
por mujer.
Tras este punto de partida, la matrona recordó que las zonas
de Tetuán, Castillejos, Rincón y Beliones son los lugares de
procedencia de la mayoría de mujeres marroquíes que vienen a
dar a luz a Ceuta. “Uno de cada tres partos en el hospital
civil es de madre marroquí”, señaló. De hecho el 32% de los
ingresos hospitalarios tiene como protagonista a un
ciudadano del país vecino.
La matrona apuntó que la barrera del idioma es utilizada en
muchas ocasiones de forma interesada: “Así se evitan
responder a ciertas preguntas”.
El gerente de Atención Especializada, Juan Carlos Querol fue
el encargado de abrir este ciclo junto al director adjunto
de la Escuela de Enfermería, Jesús Ramírez y Concepción Díaz
Jiménez.
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