Los hechos de produjeron en diciembre de 2007 cuando uno de
los acusados fue agredido en una discoteca del Poblado
Marinero y se dirigió, junto al otro acusado, al hospital
del INGESA. Al parecer, y según declararon los imputados, el
celador del centro médico no les atendió con inmediatez por
lo que, al encontrarse ambos en estado de excitación,
reaccionaron de forma agresiva atentando contra el
funcionario, amenazándole y lesionándolo.
Por estos hechos, la jueza del Penal condenó al primer
acusado al pago de 780 euros de multa por el delito de
atentado y la falta de lesiones; y unos 30 euros más en
concepto de indemnización a la víctima, en este caso, al
celador. Para el segundo imputado, la magistrada decretó el
pago de 30 euros de sanción al responder por una falta de
amenazas.
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