sociedad - MARTES, 26 DE MAYO DE 2009

CEUTA
Paloma López Cortina
ceuta@elpueblodeceuta.com

La presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo llega a hoy a Ceuta escoltada por alzar la voz contra el fanatismo para presentar un documental en el que varias víctimas hablan en voz alta de su lucha antiterrorista. A ella le gusta hablar, le apasiona escribir y cuando Eta termine con su “guerra injusta” llorará de felicidad, se beberá una botella de buen vino y se dedicará de lleno a ejercer la carrera de filología que estudió en Deusto. Madre de dos hijas, ama pasear por la naturaleza, escuchar al Cigala, a Mozart o a Los Ramones y charlar con los amigos. Nacida en Hernani hace 44 años, el asesinato de su hermano le hizo sacar fuerzas para apoyar a las personas que viven un luto permanente difícil de curar

Pregunta.- ¿Qué dicen las voces de Antígona?

Respuesta.- Antígona es una mujer que pese al miedo al tirano y a sus normas y el desamparo de la ciudad de Tebas decide enterrar dignamente a su hermano. De ahí el paralelismo que se establece con las diez mujeres que aparecen en el documental. Mujeres extraordinarias por diferentes motivos: las primeras que se atrevieron a hacer una asociación de víctimas o a decir que no a ETA y valientes porque llevaron adelante una familia a pesar de. Mujeres que han decidido no olvidar ni pasar página diciendo que el fanatismo de la identidad es un verdadero error y lo hacen delante de todo el mundo, dando la cara.

P.- ¿Considera que la sociedad española aún o se ha dado cuenta de las consecuencias del terrorismo?

R.- Las cosas que no se viven en primera persona pasan muy rápido pero para las familias afectadas es algo irreparable que dura toda la vida. Además existe la vertiente colectiva del terrorismo que conlleva a que la gente se implique y sea consciente de que la vida humana es demasiado valiosa como para destrozarla. Esa implicación debe tratar de impedir que los asesinos salgan impunes de los asesinatos y conseguir algo de los gobiernos de turno.

P.- ¿Sigue sintiéndose tan desamparada como aquél 8 de febrero de 2.003 en que asesinaron a su hermano?

R.- El duelo privado es muy personal y poco a poco uno tiene que ir recuperando los lazos con la vida cotidiana. Es complicado asumir cualquier perdida de un ser querido, pero cuando ha sido asesinado así mucho más. Es una cuestión del orden más íntimo. Soy madre de niñas pequeñas, he conocido a madres de niñas asesinadas y es un drama terrible. Otra cosa es la cuestión colectiva. Todos nosotros deseamos poder derrotar a los fanatismos de la identidad, restablecer una doctrina democrática profunda para que no se adoctrine y se reclute niños para convertirse en estos asesinos. Lo necesitamos para poder hacer frente al duelo compartido. Saber que no va a haber impunidad con los asesinos de tantos inocentes.

P.- ¿No se cansa de repetir siempre lo mismo?

R.- Hay que asumir que los fenómenos sociales requieren mucha pedagogía y eso es algo muy lento que hay que repertir constantemente en una sociedad mediática para que la gente no se olvide. Lo diré tantas veces como sea necesario y con tranquilidad.

P.- Con la llegada del nuevo lehendakari socialista cree que la sociedad vasca ya se ha sacudido el miedo?

R.- Los milagros son complicados pero con Patxi creo que los gobiernos pueden realizar líneas de trabajo que nunca se hicieron aunque son cosas obvias como el tratamiento de la cultura del acoso.

P.- ETA ha comunicado que seguirá en pie de guerra ahora frente al ‘gobierno fascista’ de Paxti López. ¿Se cansarán algún día?

R.- Están analizando por qué les ha ido mal y por supuesto su aspiración es ejercer la crueldad pero nosotros tenemos que seguir en la línea que les ha hecho sentir debilidad para evitar todos esos asesinatos. Tenemos que seguir trabajando lo más unidos posible.

P.- ¿A quién le interesa que ETA siga matando?

R.- A todos los fanáticos que comparten sus ideas de fondo y a todos aquellos que piensan que la vida de un ser humano no vale nada si ellos pueden conseguir sus sueños totalitarios y absolutistas. Solo las personas que no admiten la libertad de los demás y que son fanáticos de ideología están interesadas.

P.- Con todo el juego político en torno al terrorismo no te entraron ganas de dejar un poco de lado su camisa de socialista?

R.- Cuando empecé a colaborar en los movimientos cívicos conocí a mucha gente muy buena de distintas ideologías y me dí cuenta de que necesitábamos unirnos y no separarnos. Así que de una manera bastante natural he ido viendo las cosas de una manera más abierta. Ahora me toca recibir un proyecto con gente tan distinta y víctimas con ideales tan diferentes de ver la vida que no me puedo permitir el lujo de ser partidista porque no sería honesto en la Asociación Víctimas del terrorismo. Hay una evolución natural y una necesidad.

P.- El día que ETA llegue a su fin ¿qué hará?

R.- Seguro que echo una llorera. Simplemente con la oportunidad histórica de poder hacer mejor las cosas y de liderar mejor a la sociedad vasca...todo lo que no lloré durante tanto tiempo me imagino que saldrá. Y cerraré ese duelo personal por tanta gente querida... y luego ponerme a escribir que es mi pasión desde niña. Y beber una buena botella de vino.

P.- ¿Cree aún en la libertad?

R.- ¡Por supuesto! Es absolutamente fundamental creer en ella y analizar todas las trampas por las que uno puede perderla.
 

“Las víctimas y la sociedad en conjunto no
pueden ni deben olvidar para poder combatir”

Dice Pagazaurtundúa que la sociedad que apoya a las víctimas del terrorismo apoya su libertad. Dice también que la inocencia de los seres humanos atacados y la defensa activa de los derechos humanos es, sin duda, un pilar de fortaleza frente a los terroristas. Y tampoco se cansa de decir que los fanáticos de la identidad política o religiosa, tanto da, quieren una sociedad débil, con la memoria frágil y dispuesta al autoengaño y a la cobardía. “Por eso, los terroristas provocan víctimas, para acobardarnos a todos, pero frente a los grandes pilares de las relaciones comunitarias las desean invisibles e insignificantes”. Por todo eso, la presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo pide a la sociedad que se implique en la lucha de todos contra el miedo.