Era el mes de septiembre de 1978 y
no había hecho más que comenzar la temporada 78-79. La AD
Ceuta no había logrado el ascenso en la temporada anterior,
de la mano del técnico Pachín, por lo que había que volver a
intentarlo.
Para esta temporada se fichó a un entrenador joven, Máximo
Hernández, que apuntaba mucho, entonces, pero que la
directiva del Ceuta, impaciente con los primeros resultados,
no le permitió más que estar 4 partidos en el banquillo, los
cuatro primeros.
La destitución de Máximo Hernández daba pie a una sucesión
de técnicos a lo largo de las próximas temporadas que no
pudieron conformar un equipo con verdadera personalidad y
juego propio, porque el banquillo “quemaba”, y aunque al año
siguiente lograran ascender, a las primeras de cambio había
entrenador nuevo.
A Máximo Hernández le reemplazó Jaco Zafrani, el entrenador
con el que mejor fútbol se ha visto en el equipo de Ceuta,
en todas las temporadas que yo he estado aquí, desde 1978.
La marcha de la AD Ceuta fue muy buena desde el principio
con Jaco, pero tuvo la mala suerte de perder el Domingo de
Resurrección de 1979 en el campo del Levante y el técnico ¡¡
Con 12 positivos!! Fue fulminado, siendo, además, el segundo
clasificado.
Ahí se rompió un ascenso que estaba seguro, subían
directamente los dos primeros clasificados, pero la
incompetencia de una directiva lo frenó, llevados, un poco,
por la bravuconería del dinero de aquella época, cuando aquí
se vivía el imperio dorado del transistor y el paraguas.
Pues bien, el equipo quedó tercero. Subieron el Levante y el
Nastic de Tarragona. En el campo el mejor fútbol lo había
practicado el Ceuta, en los despachos su directiva estuvo “a
la luna de Valencia”.
¿Cómo era aquel equipo? La respuesta la deben interpretar
con esta serie de nombres en las filas ceutíes: Cherino,
Angelín, Pepe Almagro, Malavert, Juanma, Serrán ... . Así
como suena, más de medio equipo era de aquí, porque todos
estos eran titulares, mientras estuvieron en el equipo, y en
la temporada siguiente, como sub-23 llegaron Lolo, Kubalita,
Lima y creo que algún otro que al estar escribiendo de
memoria se me puede haber pasado.
¿En qué se diferenciaba aquel equipo de los de esta
temporada, la pasada, la otra de más atrás y...?. En que
todos, sin excepción, sentían sus colores. En que todos
metían la pierna, de verdad, incluso alguno que era un poco
más miedoso o que su juego era más preciosista. En que no se
estaba programando a media temporada el fichaje del próximo
año.
Ahora mismo, cuando se está confeccionando un equipo para no
volver a fracasar el año que viene, habría que mirar y
remirar, por si hay algo que de verdad sirva, dentro de lo
que hay aquí, para que no todo tenga que ser de
“importación” y, es posible que, algo puede haber, puesto
que si echamos una mirada, por encima, vemos que en Almería,
habiendo estado aquí sin que se le dieran las oportunidades
que debió tener, está triunfando Prieto y en Valladolid hay
otros dos o tres chavales que no servían aquí y sirven allá,
con lo que quedan claros los ejemplos de falta de confianza
en lo de aquí y el excesivo celo en fichajes de medio pelo
de los de fuera ¿Por qué será?.
El Goyu Ryu lleva 17 temporadas en División de Honor de
juveniles y de él todavía no saltó ningún jugador al primer
equipo de Ceuta. ¿Sabrá administrar esta situación el señor
gerente?
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