En colaboraciones anteriores he
expuesto mis reflexiones en relación a la importancia de los
próximos comicios en la vida cotidiana de los ciudadanos a
través de las diferentes normativas emanadas del Parlamento
Europeo a aplicar en todos sus territorios así como, a
través de los diferentes fondos destinados al objeto de
equiparar a las regiones que componemos el mapa de la Unión
Europea.
Argumentos más que suficientes para que los ciudadanos
exijamos a las diferentes formaciones políticas que
concurren a estos comicios la presentación de un programa de
actuaciones real que favorezca a todos los ciudadanos de la
Unión. Programas electorales repletos de medidas a adoptar
para paliar la cruenta crisis que afecta principalmente a
quienes debemos introducir nuestro voto en la urna.
Pues bien, desde que el partido socialista iniciara sus
actos pre electorales, hemos asistido exclusivamente a la
presentación de documentos visuales en los que en ningún
momento aparece su cabeza de lista o alguna propuesta útil.
Imágenes de la campaña presidencial protagonizada por Barack
Obama y embestidas brutales contra el partido popular.
Documentos que demuestran fehacientemente la incapacidad de
esta formación en la búsqueda de soluciones reales a los
problemas que afectan a la ciudadanía. Documentos vomitivos
que muestran las carencias de los ideólogos socialistas
quienes, a falta de un programa adecuado y de una
candidatura ilusionante, argumentan su campaña electoral en
las imágenes del Presidente de los Estados Unidos, Barack
Obama o en el sectarismo más excluyente.
Prueba de todo esto es el último video presentado que
incluye un contenido repugnante ya que, relaciona los
testimonios legítimos de siete ciudadanos europeos que
expresan sus opiniones en contra de los inmigrantes, la
pluralidad religiosa, la sanidad pública y la homosexualidad
y a favor de la pena de muerte y el despido con el Partido
Popular cuando, la realidad es bien diferente ya que, aún
permanece en nuestros recuerdos la experiencia de los
gobiernos populares que solventaron la precaria situación
heredada de los gobiernos socialistas de Felipe González.
En definitiva, demagogia rancia, repugnante y totalmente
censurable que muestra las carencias de quienes están
demostrando su absoluta incapacidad para resolver los
problemas que afectan a los españoles maquillándola con el
típico argumentario socialista; acusaciones, críticas,
calumnias y falsedades contra el principal grupo de la
oposición, el Partido Popular.
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