Es difícil de explicar los sentimientos que se viven en El
Rocío porque es algo lleno de vivencias muy personales.
Cuando me preguntan sobre ese tema respondo que hay que
vivirlo”. El máximo representante de la Hermandad del Rocío,
Manuel Guillén, pronuncia estas palabras cuando apenas
faltan unos días para que la agrupación cumpla con la
tradición y partan hacia la aldea almonteña. Unas jornadas
que según Guillén espera durante todo el año “como
cualquiera que sea rociero y le tenga devoción a la virgen
porque es lo más importante”, asegura. Para el hermano mayor
de la Hermandad del Rocío el jueves es una fecha marcada en
rojo. Ése es el día que han elegido para dirigirse al Rocío
aunque hasta que lleguen al barco llevarán a cabo una
procesión por distintas calles de la ciudad. Saldrán de la
parroquia de Santa Teresa y desde allí pasarán por distintos
lugares como la capilla de Manzanera, la casa de Hermandad
del Cristo del Medinaceli, los Jardines de la Argentina o la
Iglesia de África.
A partir de ahí los diferentes actos religiosos marcarán el
día a día de los aproximadamente 70 romeros que saldrán de
Ceuta y que tienen previsto llegar a la aldea onubense el
viernes por la tarde. Allí Guillén vaticina que se juntarán
durante el fin de semana cerca de 200 ceutíes que llegan de
diferentes lugares de España para vivir esos días. Si bien
hasta llegar a la población almonteña habrá que cubrir un
camino que está cargado “de vivencias, experiencias y
anécdotas” que para este devoto forman parte también del
significado que le da a la romería.
Sin embargo para los romeros los días más esperados están en
el fin de semana. El sábado la hermandad matriz recibirá por
orden de antigüedad a todas las filiales que llegan a la
aldea (la de Ceuta, con 22 años, es la número 77). Un acto
que se prolonga durante horas dado que son más de un
centenar las hermandades que existen oficialmente.
El domingo a mediodía se celebrará la misa de Pentecostés
que está previsto que este año presida el cardenal arzobispo
de Sevilla, Carlos Amigo. Ya por la noche se celebrará el
rosario en el que participarán todas la agrupaciones
filiales con sus insignias. Cuando acabe este acto se
llevará a cabo el conocido como salto de la reja. Un momento
en el que los almonteños sacan en procesión la imagen de la
Virgen. “Es lo más conocido -señala Guillén- pero para un
rociero no es lo más importante”. Para el máximo
representante de la hermandad ceutí el momento más destacado
llega el lunes de madrugada cuando la procesión y la imagen
de la virgen visita cada una de las filiales que se
encuentran en la aldea almonteña. “Estar delante de ella,
rezarle y pedirle ayuda es el mejor momento”, apunta. Y es
que aunque el hermano mayor reconoce que no todos los
romeros val al Rocío por devoción mariana “si no rezas por
las necesidades de los demás no se entiende esta
festividad”, sostiene.
Hermandad matriz
La Hermandad Matriz del Rocío sitúa su nacimiento entorno al
siglo XVI debido a que la ermita del Roció se encuentra en
un paso entre los puertos de Huelva, Cádiz y Sevilla.
En 1653 se proclama a la Virgen del Rocío patrona de Almonte,
un año en el que ya aparece por escrito la referencia a la
hermandad en el acto del patronazgo.
Sin embargo en aquél momento el nombre de la virgen no era
éste si no el de Rocinas y su fiesta se celebraba el 8 de
septiembre, día de la Natividad de María, y el día 18,
dedicado al ‘Dulce nombre de María’.
Con el cambio de nombre llegará además una modificación en
las fechas de la celebración de esta festividad. Será en
1758 cuando las Reglas de la Hermandad de Almonte
establezcan que se celebre “el día segundo de Pascua del
Espíritu Santo”. En torno al siglo XVIII también se sitúa el
nacimiento de las primeras hermandades filiales. La primera
agrupación de este tipo será la de Villamanrique de la
Condesa, aunque las de otros lugares como Pilas, La palma
del Condado, Moguer y Sanlúcar de Barrameda también existen
desde aquella época. Dos más aunque nacieron en ése siglo
desaparecieron y fueron refundadas: las de Rota y El puerto
de Santa María.
Habrá que esperar hasta el siguiente siglo (XIX) para que se
constituyan nuevas hermandades. Serán la de Triana, Umbrete,
Coria del Río y Huelva. En el siglo XX llegarán las de
Olivares, Hinojos, Sevilla, Bonares, Puebla del Río,
Bollullos del Condado o Gibraleón.
|
“Visitar El Rocío es una obligación para todas las
hermandades filiales”
El máximo representante de la
Hermandad del Rocío, Manuel Guillén sostiene que todas las
hermandades filiales de la matriz deben de cumplir con la
tradición de ir a la aldea almonteña. Y es que para crear
una hermandad hay que llevar a cabo una serie de pasos
ineludibles. En primer lugar debe de constituirse una
agrupación parroquial. Tras ello el obispo de la diócesis le
da personalidad jurídica. Finalmente la Hermandad matriz
tiene que otorgar el título de filial “con su número de
antigüedad correspondiente lo que implica una invitación a
participar en los actos de la Romería”, tal y como se señala
desde la Hermandad De Almonte que es la encargada tanto de
la administración como de llevar a cabo todos los actos que
conforman esta festividad religiosa.
|