Bel pide rapidez al Ministerio de Medio Ambiente para la
firma del convenio que permita poner en marcha un proyecto
que prevé desde la mejora de accesos a la limpieza,
ubicación de papeleras y mejora de las zonas de barbacoa
entre otras.
Una partida presupuestaria de 300.000 euros es la que se ha
previsto destinar este año para la adecuación y mejora de
equipamientos de uso público y educación ambiental. Sólo hay
una pega: el Ministerio de Medio Ambiente no ha puesto fecha
para la firma del convenio que lo permite al ser
cofinanciado por el Estado y la Ciudad Autónoma.
La consejera del área en Ceuta, Yolanda Bel, recuerda que
“llevamos un año esperando por este asunto y la puesta en
marcha del convenio no debe retrasarse mucho más ya que
nuestra intención es ponernos a trabajar sobre él de manera
inmediata. Y sin dinero no podemos”.
Los merenderos beneficiados pro el proyecto son
mayoritariamente los que se sitúan en la zona de García
Aldave, tanto en Calamocarro como en Aranguren, pero se
mejorarán todos los que existen en la ciudad. Además de
Calamocarro y Benzú, todos los lugares habilitados que se
encuentren en la zona marítimo terrestre del Monte Hacho,
considerados espacios LIC-ZEPA. “Se trata de una zona que ha
sufrido mucho deterioro y actos vandálicos que han
ocasionado que debamos tomar medidas cuanto antes para que
el usuario de estos equipamientos ueda disfrutar de ellos
sin limitaciones”. Un asunto preocupante para la consejera
de Medio Ambiente que insistirá en una política de
concienciación a la ciudadanía para que cuide y respete los
espacios públicos.
Realización de barbacoas
A la actuación en los merenderos públicos, se une además a
las previsiones de este año en cuanto a inversión
medioambiental, la de la contratación de la asistencia
técnica para la Redacción del Plan de Defensa contra
Incendios Forestales de la zona de alto riesgo de Incendio
de Ceuta, incluída en el espacio Red Natura 2000. Una medida
que los usuarios habituales de estas zonas de ocio esperan
que incida en la permisividad para realizar barbacoas en las
zonas habilitadas para ello. “Tenemos que hacerlo a
escondidas porque está prohibido pero teniendo cuidado y
cumpliendo todas las medidas preventivas no pasa nada. Por
eso pedimos que se vuelva a permitir”, explicaba una vecina
mientras preparaba el fuego con piñas recogidas del monte
para cocinar una paella. “Incluso hace unos años
proporcionaban la madera para encender el fuego”, recuerda.
La Ciudad ha previsto la mejora de las barbacoas existentes
y la colocación de nuevas en los puntos que sean necesarios,
así como la instalación de barandillas en los accesos a las
zonas y la colocación de depósitos de residuos y papeleras
donde no existan para evitar la suciedad en los merenderos.
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