La guía educativa ‘Ceuta te Enseña’ es el ejemplo más claro
de que la enseñanza no está sólo en las aulas. Fue en su día
un elemento revolucionario que, a pesar de las dudas, tuvo
una buena acogida en los centros. Ahora está totalmente
integrado en el panorama de la enseñanza, llegando al
profesorado la nueva oferta de actividades de la guía cada
mes de septiembre.
Ceuta trasladó a su territorio el modelo de ciudades
educadoras ya existente en las grandes urbes a inicios del
siglo. Fue en el curso 2000-2001 cuando la por entonces
consejera de Educación, Ana Mary Fernández, planteó la
posibilidad de que Ceuta se sumara a este proyecto. La
petición se tramitó y se concedió. Luego el Pleno de la
Asamblea, en su sesión de 25 de abril, concedió su apoyo.
Fue entonces cuando nació ‘Ceuta te Enseña’, recuerda la
actual responsable de la guía (lo lleva siendo desde
entonces), Gloria Rosado.
“La primera guía la dividimos en seis capítulos,
coincidentes con distintas consejerías”, recuerda con media
sonrisa. Seguramente Gloria Rosado sea de las pocas personas
de la ciudad que pueda presumir de conservar todas y cada
una de las nueve guías de ‘Ceuta te Enseña’. Las guarda como
oro en paño en un armario de su despacho. Fue en el curso
2002/2003 cuando, tras mucho pensarlo, se da un giro al
libro y se establece una división por temáticas. La
operatividad para el profesorado movió a los responsables de
la misma a tal cambio. Y acertaron.
Otro de los adelantos supuso la colocación en las últimas
páginas de la guía de un resumen de actividades. “Eso le
facilita al profesor la elección”, apunta Rosado. Aunque en
un principio pueda no parecerlo, la elección de una
actividad u otra tiene una importancia capital. El universo
de iniciativas y excursiones es amplísimo y el profesor
tiene ante sí tanta variedad que puede tener dificultades a
la hora de identificar cual se adapta mejor al alumnado, a
la asignatura y al momento del curso. La guía lo pone fácil
con el resumen de actividades donde se indica la situación
en el interior del libro, el nivel al que se dirige y los
objetivos.
Una vez que el docente tiene claro qué actividades de la
guía pretende desarrollar con sus alumnos el siguiente paso
es comunicarlo a la Consejería de Educación. La tecnología
se ha incorporado al proceso en los últimos años, en los que
el tutor puede enviar un formulario relleno a través del
correo electrónico.
La Consejería de Educación presenta la guía ante la
ciudadanía en el mes de septiembre. Acto seguido la reparte
entre los centros y da de plazo hasta la primera quincena de
octubre para que el profesorado haga su particular
selección. Una vez termina este periodo le toca a los
responsables de la guía hacer el cuadrante y la distribución
de horarios. Las actividades empiezan a desarrollarse en
noviembre. Así hasta el final del curso.
Actualmente la plantilla de personas dedicadas en cuerpo y
alma a la guía está compuesto por tres monitores, una
técnico encargada de la relación y coordinación con los
centros y un administrativo que trabaja a tiempo parcial.
“Es mucho el volumen de trabajo que tenemos para las
personas que somos”, reconoce sin pudor Rosado. “Trabajo,
desde luego, no nos falta”, bromeó después.
La guía educativa, modestia aparte, es una herramienta muy
útil para el profesorado. “Los tutores pueden llevar a sus
alumnos a conocer in situ temas que están viendo en clase”,
relató Rosado. En este sentido, de todas las actividades
incluidas en la guía y solicitadas por los centros, las que
más éxito tienen son las relacionadas con Patriomio. Los
museos son el máximo exponente.
Objetivos de futuro
Llegado a este momento, con la octava edición de la guía en
la calle toca reflexionar. ¿Qué se quiere mejorar? ¿Cuáles
son los objetivos de futuro para la guía? Gloria Rosado,
responsable de esta iniciativa desde su creación en el curso
2000-2001 lo tiene claro. Sigue siendo primordial “estar
abiertos a nuevas posibilidades que la ciudadanía demande”.
Al margen de ello, existe otra meta más ambiciosa como es la
de completar la guía con la introducción de materiales de
evaluación. Unos formularios que el profesor pueda tener
antes de la actividad, durante la realización de la misma y
a posteriori. “Consideramos que empieza a ser importante
para nosotros (y para el docente) que el profesor pueda
saber si la actividad ha aportado conocimientos a los
estudiantes”, relató.
La Consejería no empezará de cero en este aspecto pues ya
hay actividades con esta especie de cuadernillos. Para
estas, el objetivo es mejorar la calidad y las
posibilidades.
Por otro lado, el deseo del equipo responsable de ‘Ceuta te
Enseña’ es “aumentar la calidad” de las actividades y si se
puede “continuar ampliando”. Es uno objetivo que interioriza
la propia Rosado, quien considera más importante que
continuar el ritmo de crecimiento el mejorar las
prestaciones de las actividades ya existentes.
La experiencia es un grado y eso se nota. Son ya muchos los
años de los principales responsables de la guía al frente de
la misma. Tras ese tiempo surgen ideas y se encuentran
carencias. “Somos conscientes de que no todas las
actividades funcionan igual. Quiero ir haciendo un trabajo
de selección porque el gran objetivo debe ser que los
alumnos hagan salidas dentro de la guía, pero en una
cantidad razonable”, resumió.
La amplitud y variedad de la oferta puede provocar efectos
adversos para la enseñanza. Claro, cuando se solicitan más
actividades de la cuenta el tiempo es el que hay y no
siempre hay oportunidad durante el curso para hacerlas
todas. “Los profesores deben ser conscientes que las salidas
han de hacerse en su justa medida, porque más de la cuenta
pueden perjudicar”, afirmó la responsable de la guía. Así,
cada año, en los últimos meses del curso se repite una
tendencia y es que los centros empiezan a anular salidas
puesto que se les echa el tiempo encima y hay que preparar
los exámenes. Hay grupos que piden hasta catorce salidas al
año.
Mirada al pasado
Gloria Rosado es una de las pocas personas en la Consejería
de Educación que puede echar la mirada atrás y ver con
perspectiva la evolución de la guía educativa. “Llevo en
esto desde el principio y puedo decir, sin duda, que el
resultado final conseguido ha superado con creces mis
expectativas”, señaló.
Rosado se refirió al miedo por la aceptación que en un
momento inicial pudiera haber tenido el profesorado. “No
sabíamos cómo iban a reaccionar”, confesó. La consejera de
Educación, Mabel Deu, ha sido también una de las grandes
impulsoras. Ha tenido una fe ciega en este proyecto que ha
sido, cada año, una de las iniciativas estrella de su área
de gobierno.
La guía en cifras
Las cifras respaldan la continuidad de la guía educativa y
hablan bien de su evolución. Las actividades han crecido muy
mucho en estos ocho años. Desde las 50 de su primera
edición, ésa con seis capítulos donde las salidas estaban
relacionadas con las consejerías, hasta las 182 del año
pasado. La gran subida se produjo entre el curso 2002-2003 y
2003-2004 cuando las actividades casi se duplicaron. En las
últimas ediciones se puede comprobar como no queda mucho
margen de aumento y como hay otras cuestiones que centran la
importancia.
La participación del alumnado es hoy por hoy el gran aval
que tiene ‘Ceuta te Enseña’. Según los datos oficiales el
curso 2007-2008, un total de 65.063 niños y niñas tomaron
parte de las salidas programadas. El año anterior fueron
52.885 y años antes 50.784, 50.494, 41.686, 28.495, 25.831 y
15.615.
Por último, el presupuesto, que ha pasado de 0 euros durante
los dos primeros años a los 334.000 del curso 2007-2008.
Inicialmente sólo se cubría el gasto en transporte escolar.
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