El sabor del pan con chocolate, el tacto de los pupitres de
madera, el cansancio después de correr tras una pelota en el
recreo, el sonido de los motes de tus compañeros, el dolor
de las heridas en las rodillas ante las que nada podían
hacer los pantalones cortos, todas esas sensaciones que han
marcado la niñez de una parte de la población se están
volviendo a revivir en distintos rincones de la ciudad
durante este fin de semana. Y es que los antiguos alumnos
del colegio de san Agustín de la promoción de 1954/55 se han
vuelto a reunir en la ciudad varias décadas después de que
saliesen del centro escolar. Sin embargo a pesar del tiempo
transcurrido las risas, el buen ambiente “la camaradería que
teníamos en el grupo” sigue estando presente por encima de
los años que han estado alejados, tal y como señala José
Almagro a quien todos siguen llamando Pepito, “y creo que
siempre me seguirán llamando así”, apunta Almagro. Este ex
alumno del San Agustín ha sido una de las personas que han
contribuído a que este encuentro haya sido una realidad. Una
cita en la que han paseado por la ciudad, han participado en
una ceremonia religiosa que tuvo lugar en la capilla
agustiniana, pero sobre todo han recordado. “Hemos estado
viendo fotografías, documentos”, apunta Rogelio Navas. Unas
palabras que pronunció minutos antes de que ayer el
presidente de la ciudad Juan Vivas recibiese a este grupo de
alumnos en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea.
Aunque no todos los asistentes que ayer estaban en el
edificio de la avenida Alcalde Sánchez Prado se sentaban
hace medio siglo en los pupitres ya que uno de ellos era el
que dirigía sus clases. Se trata de Antonio Rincón, “Don
Antonio”, corrige uno de los antiguos alumnos. Para este
docente ya jubilado que dedicó más de cuarenta años a la
enseñanza la promoción de 1954/55 tuvo un sabor especial:
“fue mi gratificante estar con estos alumnos, sólo hay que
darse cuenta de la cohesión que se ve en un día como hoy
para hacerse una idea del tipo de clase que eran”. Rincón
recuerda además con cierta nostalgia cómo valores como el
“esfuerzo y el trabajo” que a su juicio caracterizaban a
promociones como ésta “se han ido perdiendo”. Mientras
resuenan sus palabras en el Palacio de la Asamblea el resto
de ex alumnos hacen pequeños corros en los que las
anécdotas, las vivencias y sobre todo la buena sintonía que
se respira entre los ex compañeros de pupitre son los
protagonistas de unos momentos que según señala ‘Pepito’ se
tienen que volver a repetir en el futuro “sin que para ello
tengamos que esperar tantos años, aunque la próxima vez a
ver si podemos estar todos los que formamos la promoción”
afirma esperanzado. Para llevar a cabo esta reunión apenas
bastó un mes en el que funcionó tanto el tradicional ‘boca a
boca’ como internet, una herramienta inexistente cuando eran
escolares pero que varias décadas después se ha convertido
en indispensable para que la cita que ha reunido a unas 40
personas haya sido algo inolvidable para todos ellos.
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