Electoralmente hablando, el de
Marruecos es un mapa asimétrico que el próximo 12 de junio
podría adquirir una nueva configuración tras unos comicios
(comunales) en los que se juega el control de las “baladías”,
los ayuntamientos. Sobre el tablero se perfilan varias
jugadas: así, los islamistas parlamentarios del PJD están
intentando desplegarse en las zonas rurales ajenas hasta hoy
a su influencia, mientras los nacionalistas del partido del
Istiqlal (Independencia) intentan frenar su descrédito; las
aguas de la casa socialista siguen agitadas, pero la que no
ha dejado de engrasarse es la maquinaria del tractor, el PAM
(Partido de la Autenticidad y Modernidad), que no deja
laborioso de arar a lo largo y ancho del país reclutando
líderes procedentes de otras formaciones políticas con
talante contrapuesto lo que, si bien significa en teoría un
tirón electoral puede, por otro lado, desestabilizarlo
internamente a medio plazo mientras el joven partido del
Himma busca unas claras coordenadas ideológicas. Al congreso
en Buznika de esta primavera en el que, tomen nota, los
compromisarios fueron designados templando gaitas y por
consenso, asistieron causalmente (lean bien) animados por
diferentes cuestiones (unas obviamente políticas, otras
económicas y relacionadas con la frontera de El Tarajal así
como al menos una de carácter humanitario) media docena de
ciudadanos ceutíes, le ha faltado profundidad pese al
florido y colorista decorado. Porque, hoy por hoy, el PAM es
fundamentalmente… Fouad Ali El Himma. Genio y figura.
Mientras el PAM rebaña voluntades, dos partidos miran con
suspicacia su ascenso. Por un lado la USFP (Unión Socialista
de Fuerzas Populares) o lo que ha quedado de ella; por otro
el PJD (Partido de la Justicia y el Desarrollo), formación
que está en el punto de mira del PAM y que, según todos los
indicios, El Himma y los suyos pretenden en un primer
momento frenar como fuere.
En el norte, de la Yebala al Rif, el PAM se ha apresurado a
plantar la semilla y recursos no le faltan. En cuanto a
líderes ha ido sopesando sus adquisiciones, rechazando en su
momento al polémico regidor de Martil, Achboum, quien
dejando su engrasado partido de la escalera volvió a buscar
cobijo en la casa común socialista. Un punto estratégico es
sin duda Alhucemas, corazón del latir rifeño y en donde las
pasadas elecciones el RNI consiguió sorpresivamente una
buena representación. Sin duda en la región el hombre del
PAM, muy vinculado a El Himma, es el polifacético Elías El
Omari, quien aun tiene tiempo para sus negocios
empresariales como esa urbanización de lujo levantada en las
inmediaciones de la Facultad de Letras de Martil y de
curioso nombre para un proyecto de esas características:
“Amal” (Esperanza). Aunque, previamente y con la amplia
panoplia de recursos de los que dispone, me permitiría
sugerirle a El Omari que meta mano en la nauseabunda
contaminación del río cercano, procedente de la cercana zona
industrial. Las casas nunca se empiezan por el tejado y unas
aguas fluviales estancadas y tóxicas no dan precisamente
buena imagen, además de ser un peligro para la capa freática
de la que tanto se abusa, extrayendo agua con pozos, en la
zona. Otro que en Tetuán también ha desembarcado en una
formación política de nuevo cuño es el polémico abogado Haji,
pero de ello les escribiré otro día.
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