Comienza la carrera hacia el
Parlamento Europeo en lo referente a España. Con 50 escaños,
PP, PSOE y, ahora UPyD e IU se disputan presencia como
partidos de ámbito nacional, aunque la experiencia indica
que las dos primeras formaciones pueden copar el 90% de los
asientos destinados a nuestro país. Debemos estar
convencidos de Europa y de sus posibilidades en un entorno
común donde Ceuta cuenta claramente.
El nuevo Parlamento representará a más de 450 millones de
ciudadanos nacionales de 27 Estados Europeos, ya que a los
15 Estados tradicionales (Austria, Bélgica, Dinamarca,
Alemania, Grecia, España, Finlandia, Francia, Irlanda,
Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y
Suecia) se han sumado desde el 1 de mayo diez nuevos socios:
República Checa, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania,
Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia. En el 2007,
se adhirieron Bulgaria y Rumanía. Y es que, en rigor, el
Parlamento Europeo es una de las instituciones básicas de la
Unión Europea; en él están representados los pueblos de los
Estados de la Unión. Como todos los Parlamentos, el Europeo
ejerce tres competencias fundamentales: la legislativa, la
competencia presupuestaria y la competencia de control. En
la Unión Europea, su función política va en aumento. De
hecho, desempeña un papel activo en la preparación de una
legislación que afecta a la vida diaria de los ciudadanos:
en materia de protección del medio ambiente, derechos de los
consumidores, igualdad de oportunidades, transportes y libre
circulación de trabajadores, capitales, bienes y servicios.
Jóvenes o mayores, estudiantes o pensionistas, hombres o
mujeres, conservadores o progresistas, urbanitas o vecinos
de pueblo... Europa nos concierne a todos, aunque a veces no
nos demos cuenta de ello. La participación activa de los
ciudadanos ha de producirse el próximo 7 de junio. No
podemos pedirle a Europa todo y luego no participar cuando
nos toca.
|